COAG ve "vergonzosos" los beneficios anunciados por SOS Cuétara en plena crisis del olivar

JAÉN 4 Mar. (EUROPA PRESS) -

COAG-Jaén consideró hoy "vergonzosa" la actitud de SOS Cuétara, un grupo que "se jacta de haber obtenido durante 2008 un beneficio neto de 36 millones de euros, añadiendo además que supone un 28 por ciento más que el ejercicio anterior" mientras que el olivar está "en plena crisis".

En un comunicado, COAG relató que SOS Cuétara admite que ha reducido sus ganancias en el aceite de semillas, pero que este punto se ha visto compensado con los buenos resultados del aceite de oliva, el cual ha visto ralentizado el consumo en el mercado nacional, pero ha elevado la venta internacional un 2,3 por ciento.

En este sentido, consideró "lamentable que este grupo obtenga estos resultados mientras los productores de aceite están abocados a la ruina de sus explotaciones". De hecho, destacó que el precio continúa en caída libre, a 1,81 euros el kilo, un 0,67 por ciento menos que el día anterior.

"Mientras, prácticamente todas las explotaciones olivareras de la provincia están sufriendo pérdidas económicas (estimadas en casi 400 millones de euros en un año), este grupo continúa obteniendo beneficios "a costa del trabajo de los olivareros, que ven día a día como su trabajo se hace inviable con el aumento de los costes de producción y la bajada del precio del aceite de oliva", afirmó el secretario general de COAG-Jaén, Rafael Civantos, quien criticó que los grandes grupos no han parado hasta ver el aceite de oliva por debajo de los dos euros y "no dudan en restregarlo a la cara de los agricultores, demostrando una total falta de respeto y de escrúpulos".

Según el último Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) de febrero, el aceite de oliva virgen cuesta 1,99 euros el kilo en origen, mientras que el precio en destino se eleva a los 3,67 euros el kilo, es decir, 1,84 veces más que en origen. En estas cifras, según COAG-Jaén, se demuestran los beneficios que obtienen los grandes grupos de comercialización y las cifras irrisorias a las que se paga el aceite al agricultor.