Córdoba.- Tribunales.- La defensa del asesino de Alfonsa Mohedano recurre la sentencia que no le permite ver a su hija

CÓRDOBA 9 Sep. (EUROPA PRESS) -

La defensa de Pedro Cantillo, condenado a 20 años de prisión por matar a su mujer, Alfonsa Mohedano, ha recurrido la sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba que no aceptó la petición de la hija de acudir a la cárcel para ver a su padre.

Así lo confirmaron a Europa Press fuentes judiciales, después de que la defensa presentara el pasado lunes, día 3 de septiembre, ante la Audiencia Provincial un recurso ordinario cuyo argumento se apoya en que la menor, de 15 años, ha manifestado en repetidas ocasiones su intención de ir a ver a su padre.

El recurso se basa, entre otros puntos, en que el informe técnico de la psicóloga que compareció en la vista no fue desfavorable a esta petición "y hay razones jurídicas para atender a ese deseo de la menor".

Asimismo, se fundamenta en que "el juez que lleva el caso reconoce que la niña remite cartas a su padre, por lo que si el deseo es tan claro", la defensa entiende que se debería permitir porque cuando tenga la mayoría de edad "en absoluto se le puede prohibir que ella pueda ir a ver a su padre". De este modo, considera que hay razones para estimar el recurso.

La resolución judicial de la Audiencia se basó en parte a que la pena de Cantillo es de muchísima gravedad y hay una falta de arrepentimiento por parte del padre para reconocer los hechos, lo que puede perjudicar mucho a la menor, teniendo en cuenta además que ha cometido un hecho muy grave.

Esta petición de que la menor pudiera ver a su padre fue realizada por unos tíos paternos de la niña, que son sus guardadores de hecho, mientras que los abuelos maternos, "no querían bajo ningún concepto" que se concediera esa solicitud, según manifestaron fuentes cercanas al caso.

El Tribunal Supremo ratificó en abril la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) sobre Cantillo, después de que la defensa presentara un recurso de casación a pesar de que el TSJA rebajó de 25 a 20 años la pena de prisión que impuso la Audiencia Provincial de Córdoba.

ESGRIME UNA CARTA DE LA HIJA.

El pasado mes de septiembre de 2006, sólo cinco meses después de que el TSJA hiciera firme la sentencia condenatoria, Cantillo aportó una carta de su hija adolescente en la que dice que quiere verle y solicitó que se le permita recibir visitas de la niña en la cárcel. La respuesta de la Sección Tercera de la Audiencia cordobesa fue derivar la solicitud a la Fiscalía, para que informase sobre si procedía o no atenderla.

La reacción de la Fiscalía, expresada en un primer informe fechado el pasado mes de octubre, tomó como base que sobre Cantillo pesa la prohibición, por sentencia judicial firme, de acercarse a su hija y sus suegros en un radio de 500 metros y durante diez años. En consecuencia, determinó que la menor fuese examinada por el equipo psicosocial, que al parecer, y según fuentes cercanas al caso, se sometió a este análisis sin el previo conocimiento de la Junta de Andalucía, quien ejerce la tutela sobre la niña.

Asimismo, la Fiscalía determinó en un nuevo informe fechado en el mes de marzo someter a Cantillo a un examen psicológico, para, con los resultados, alcanzar las conclusiones que permitan a la Sección Tercera de la Audiencia decidir si permite que Cantillo vea a su hija, a pesar de estar condenado por sentencia firme a no poder acercarse a ella durante diez años.