Córdoba.-Tribunales.- Un tribunal técnico y no popular juzgará al acusado de matar a Rosa María Millán

Actualizado: domingo, 6 mayo 2007 13:57

Un amigo del autor confeso de los hechos también será juzgado, como presunto encubridor del crimen

CÓRDOBA, 6 May. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Córdoba ha acordado que sea un tribunal técnico y no un tribunal popular el que juzgue al presunto agresor sexual y asesino de Rosa María Millán, de 26 años, a la que Francisco José M.A., de 25 años, ha admitido que dio muerte en febrero de 2005, semienterrando luego su cadáver en un descampado junto a la antigua factoría de Cepansa, en Córdoba.

Según informaron a Europa Press fuentes judiciales, "aunque el juez instructor admitió la aplicación de la Ley del Jurado en este caso, la Audiencia ha estimado que no procede aplicarla, dada la mayor complejidad del procedimiento", puesto que al delito de asesinato u homicidio que se imputa al acusado, según la parte que califique los hechos, se sumó a lo largo del proceso de instrucción el delito de agresión sexual, que también habría cometido el acusado, según estima la acusación particular.

Para tomar tal determinación, la Audiencia "se ha apoyado en numerosa jurisprudencia aplicable al caso", lo que ha llevado a que el procedimiento se siga ahora como "sumario ordinario en sala (tribunal técnico)". Ello implica que el proceso vuelva al juzgado de instrucción correspondiente, que "puede abrir diligencias complementarias y ordenar la práctica de nuevas pruebas, si así lo estima y a petición de las partes".

A esta situación se ha llegado después de que el Juzgado de Instrucción número dos de Córdoba acordó que Francisco José M.A., además de por matar a su ex novia, también sea juzgado por supuestamente haberla violado poco antes de darle muerte y semienterrar su cadáver, aceptado así el instructor e igualmente la Audiencia cordobesa la tesis defendida por la acusación particular, que ejerce en nombre de los padres de Rosa María la letrada Pilar González.

La acusación particular, al igual que la Fiscalía y la Junta de Andalucía, que en este último caso ejerce la acción popular, entienden probado que el procesado es culpable de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, pidiendo por ello en su calificación la fiscal del caso y la Junta que se le condene a una pena de 23 años de prisión, mientras que la acusación particular considera que la condena por dicho delito debe elevarse hasta los 25 años de cárcel.

Junto a ello, la acusación particular pide que, además de por la presunta comisión del asesinato de su ex novia, al acusado se le condene a otros 15 años de prisión, en este caso por un delito de agresión sexual, que pudo no haber cometido solo, sino con la posible intervención de personas no identificadas. Dicho delito no se contempla por la Fiscalía, la acción popular, ni la defensa, la cual entiende que hubo relaciones sexuales consentidas, a la vez que califica como homicidio la muerte de Rosa María, pidiendo por ello para su cliente la pena de diez años de prisión.

ENCUBRIDOR

Por otro lado, también será juzgado finalmente, por la presunta comisión de un delito de encubrimiento, Manuel M.L., amigo del presunto asesino, al que supuestamente encubrió, pidiendo por ello la acusación particular que se le condene a una pena de prisión de dos años y seis meses.

La Fiscalía y la acción popular, por su parte, coinciden en pedir para este segundo acusado que se le condene a una pena de dos años de prisión, mientras que la abogada de Manuel M.L. pide la libre absolución para su cliente.

LOS HECHOS

Los hechos ocurrieron el 10 de febrero de 2005, cuando el acusado, después de matar a su ex novia golpeándola con una piedra en la cabeza, semienterró su cadáver en un descampado junto a la antigua factoría de Cepansa, en la capital cordobesa, y así lo confesó, varios días después y tras un largo interrogatorio, a la Policía Nacional primero y luego en dos ocasiones más ante el juez.

Francisco José M.A. hizo entonces un relato pormenorizado de los hechos, que determinó su ingreso en prisión y según el cual fue su ex novia quien le citó en el lugar donde luego le dio muerte, lo cual justificó alegando que lo hizo preso de un ataque de celos que le provocó Rosa María durante una discusión, aunque previamente habían mantenido relaciones sexuales de mutuo acuerdo, según el relato del acusado.

Fue luego él mismo, tras ser interrogado por la Policía sobre la desaparición de la joven, que denunciaron sus padres, quien, cinco días después de cometer el crimen, confesó y condujo a los agentes hasta el lugar donde mató a Rosa María y ocultó su cadáver.