Detenido en Granada por amenazar a su familia con una pistola de gas con la que disparó a varios agentes

GRANADA 22 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Policía Nacional ha detenido en Granada a un joven de 20 años y nacionalidad española como presunto autor de delitos de amenazas, atentado y malos tratos, tras haber amenazado a su madre, vecinos y policías con una pistola de gas con la que disparó en numerosas ocasiones contra estos últimos, resistiéndose de forma activa a su detención.

Los hechos tuvieron lugar sobre las cuatro y media del pasado 18 de diciembre, cuando el ahora detenido supuestamente se encontraba amenazando a su madre con una pistola en el domicilio familiar. Los agentes encontraron a la madre y la hermana con un estado de gran ansiedad y nerviosismo.

Tras conseguir calmarlas, les relataron cómo momentos antes su familiar les había amenazado de muerte, mientras eran apuntadas con una pistola de balines que había adquirido una semana antes, para seguidamente abandonar el domicilio. A los pocos minutos los agentes fueron insultados por el presunto autor a través del portero automático mientras les desafiaba para que bajasen a la calle.

Una vez allí los policías intentaron calmarle, pero reaccionó con un disparo al aire tras apuntarles con el arma e incitarles a que le dispararan en el pecho y acabasen con la situación.

Inmediatamente después el presunto autor comenzó una accidentada huida a pie, en la que disparó en numerosas ocasiones contra los agentes, siendo alcanzados dos de ellos. También disparó al escaparate de un bar, apuntó a los propietarios cuando estos manifestaron su indignación por este hecho y luego a un joven de 16 años que pasaba por allí, en la cabeza y sin motivo aparente.

La huida se interrumpió cuando el fugitivo paró la circulación de los vehículos y apuntó con la pistola de balines a una menor que se encontraba en la parte trasera de un vehículo.

Finalmente, fue detenido en el interior de un local en el que se había introducido tras amenazar a su propietario con el arma e intentar bajar su persiana de cierre.

No obstante, tras sacar al detenido del local, los agentes tuvieron que hacer frente a un grupo numeroso de personas que comenzaron a agredirle, viéndose obligados a refugiarse de nuevo en este lugar. Dos policías tuvieron que ser atendidos en el servicio de urgencias a causa de los impactos de los balines y de los golpes recibidos para proteger la integridad física del presunto agresor, que ya ha sido puesto a disposición judicial.