José María Solís, galardonado con el Premio de Novela Policía Nacional 2025 (VIII edición) por su obra 'Henares'. - GRUPO PLANETA
SEVILLA 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
José María Solís, recientemente galardonado con el Premio de Novela Policía Nacional 2025 (VIII edición) por su obra 'Henares', ha adelantado que trabaja en una nueva novela protagonizada por "un policía jubilado que mira atrás y recuerda un caso que llevó en el año 1990, cuya trama culmina en Sevilla, durante los preparativos de la Expo del 92".
Así lo ha revelado en una entrevista concedida a Europa Press, en la que ha reconocido que es la primera vez que visita la capital hispalense. Para el desarrollo de este nuevo libro, ha contado con los testimonios de comisarios de la Expo y ha llevado a cabo un proceso de documentación e investigación sobre cómo era la ciudad en aquella época, ya que, según afirma, "es muy peligroso escribir sobre Sevilla; como meta la pata, me crujen".
El escritor, que acumula más de 50 reconocimientos literarios, ha mostrado una gran satisfacción por recibir el Premio de Novela Policía Nacional 2025 por 'Henares', un thriller histórico que narra la historia de Dori, una joven sirvienta, y Chema, un adolescente huérfano que se ven envueltos en una red de abusos y secretos en el colegio Santo Tomás de Villanueva, mientras una ola de violaciones sacude el río Henares. La novela transcurre en dos épocas distintas, los años 60 y los 80, para desentrañar la verdad de lo sucedido.
El autor ha explicado que eligió esta ciudad, en primer lugar, como un homenaje, ya que fue "muy importante hasta mediados del siglo XIX. Cuando pierde la universidad, le entregan a cambio varios cuarteles y pasa a convertirse en una ciudad muy pobre". "De hecho, actualmente es Patrimonio de la Humanidad y conserva monumentos del siglo XVII porque, en aquella época, no pudieron demolerlos al no haber dinero para construir nada nuevo", ha señalado. No obstante, ha revelado que lo que realmente le interesaba era "esa época anterior: una ciudad decadente, provinciana y cerrada, que reflejaba a la perfección lo que yo quería transmitir en el colegio dentro de la novela".
En cuanto a los personajes, ha señalado que todos ellos forman parte de su propia vida, al tiempo que ha explicado que comparte ciertos rasgos con el protagonista, aunque "no soy el héroe que es él". Asimismo, ha recordado que, a los 14 años, comenzó a trabajar para costearse sus caprichos y ayudar en casa --aunque no era necesario, pues pertenecía a una familia acomodada--, mientras que algunos de sus compañeros sí trabajaban para contribuir a la economía familiar. A lo largo del tiempo, también ha escuchado historias de personas mayores que lo rodeaban, y "esas semillas han ido germinando y creciendo", dando lugar a los personajes de la novela.
"Algunos de ellos no coinciden exactamente conmigo. Cuando me preguntan si es autobiográfica, siempre digo que, desde el punto de partida, sí; lo demás, no", ha afirmado, toda vez que ha aclarado que se trata de "una trama inventada", donde los personajes conservan una parte real, pero todo lo demás es completamente ficticio. Además, ha detallado que inicialmente creó un capítulo para cada personaje y, a partir de esa estructura simétrica, añadió elementos asimétricos incorporando subtramas que terminaron de configurar sus personalidades e historias.
EL RÍO HENARES, "UN PERSONAJE REFLEJO DE LA SOCIEDAD"
También ha explicado que el río Henares "es otro personaje, uno que no sufre ningún cambio, que siempre está ahí, que lo ve todo y lo calla todo", y que actúa como "un reflejo de la sociedad". En relación con ello, ha comentado que el título de la obra, Henares, nació como un nombre provisional, aunque finalmente se convirtió en el definitivo: "No me había pasado nunca, ni creo que me vuelva a pasar".
En este contexto, ha explicado que una de las estrategias que utiliza para no cometer errores al escribir es asegurarse de que "cada personaje tenga la imagen de alguien real. Así, si en la página doce tiene los ojos marrones, en la página 222 también los tendrá, porque si no, me equivoco". Por este motivo, afirma que recurre a "nombres comunes y situaciones cotidianas" que le sirven de referencia. Además, ha reconocido que introduce algunas situaciones de forma forzada porque "son guiños que me hago a mí mismo".
Asimismo, el autor ha contado que, cuando termina de escribir una novela, se la envía a un grupo de amigos y espera sus críticas. "Si me hubieran dicho 'tírala a la basura', probablemente la habría tirado a la basura", ha confesado.
En cuanto a la creación de los espacios, Solís ha señalado que ha recurrido a periódicos tanto locales como nacionales "día a día, para obtener una visión interesante de la historia". Para esta novela, comenzó leyendo prensa de los años 60, "estudiando situaciones e intentaba encajarlas para no meter la pata". Además, ha comentado que "el problema surge cuando quieres ambientar una novela a finales del siglo pasado: ya tienes retazos, pero tampoco conoces del todo el contexto".
"LOS SILENCIOS SIGUEN EXISTIENDO"
En esta línea, el autor ha afirmado que "los silencios siguen existiendo", igual que en aquella época. Sin embargo, ha destacado que el tema que más le interesa abordar en sus novelas es la maldad, porque "es muy subjetiva". De esta forma, ha explicado que analiza "los tipos de maldad según mi criterio, busco personajes literarios que encajen en esos tipos y luego busco personas de mi día a día que también encajen".
"Sigo pensando que la maldad está ahí y que buena parte de la culpa la tenemos nosotros con nuestros silencios", ha subrayado. Asimismo, ha explicado que "por lógica, hay muchos más silencios en una sociedad cerrada, con control y con ejercicio de poder que en una sociedad más abierta, pero esos silencios siguen existiendo".
En este sentido, ha explicado que la maldad en Henares se muestra en dos niveles. Por un lado, en el padre César, quien "se aprovecha de la inocencia de quienes le rodean para lograr sus fines, aun sabiendo que actúa mal; es alguien sin empatía", añadiendo que, a lo largo de los 20 años que abarca la historia, "él no cambia en absoluto, sigue siendo el mismo". Por otro lado, se refleja una maldad psicópata en la forma en que se cometen los asesinatos en el río Henares.
Asimismo, ha comentado que crear personajes con psicopatía "es hoy más sencillo gracias a técnicas de perfilado y libros como 'Mindhunter', que muestran patrones comunes entre psicópatas organizados y no organizados". No obstante, llevar esto a la escritura "tiene partes fáciles y partes que me cuestan más"; en su caso, las escenas de asesinatos y violaciones son las más difíciles, ha desvelado, al tiempo que ha precisado que en esta novela "la escena final fue la que más me ha costado escribir".
"LA JUSTICIA TIENDE A TRIUNFAR"
En cuanto a la situación actual de la Justicia, como jurista ha explicado que le encantaría "conservar la idea que tenía cuando salí de la facultad, porque la justicia es muy compleja", toda vez que ha señalado que, al final, "lo que te encuentras es la forma en que se interpreta la norma, y no siempre coincide con lo que tú crees o piensas". Aun así, le gustaría pensar que "la justicia tiende a triunfar".
Al hilo de lo anterior, ha comentado que la novela muestra que el paso del tiempo no hace justicia, y que le interesaba que "los personajes analizaran su propia actuación, reflexionaran sobre por qué hicieron lo que hicieron y pudieran o no arrepentirse". También quería mostrar cómo "Chema, al ser hombre, logró salir de su situación y avanzar dos escalones, mientras que Dori salió de un microcosmos para caer en otro: la fábrica donde trabaja".
Por último, el autor ha expresado que espera que el lector "disfrute al menos un 10% de lo que disfruté yo escribiendo esta novela", y ha resumido su obra afirmando: "los silencios y el paso del tiempo, quizá la justicia era esto".