CÓRDOBA, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
El libro 'Antigua Sinagoga de Santa María la Blanca' (Ediciones El Almendro), de Bárbara Palomares, que se ha presentado recientemente en la propia sinagoga de Toledo, dentro del marco de las XI Jornadas Europeas de la Cultura Judía, refleja las similitudes entre el templo manchego y la Mezquita de Córdoba.
El estudio de la experta en conservación y rehabilitación de patrimonio monumental, según ha apuntado la editorial cordobesa a Europa Press, aborda una de las tres sinagogas más importantes de España, la Sinagoga de Santa María la Blanca de Toledo, considerada por los viajeros románticos y por los intelectuales del siglo XIX "una mezquita, apreciando en sus relatos grandes similitudes con la Mezquita de Córdoba y calificándola como un monumento islámico".
Así, como dato curioso, ha indicado que en esta obra se hace referencia el proyecto de restauración de la fachada occidental de la sinagoga, que no se llevó a cabo, y que trataba de imitar una de las fachadas de la Mezquita cordobesa.
La obra, según ha explicado, está estructurada en tres partes. De esta manera, la primera parte recorre la visión del edificio en la literatura romántica de viajes, recogiendo las impresiones que dejaron escritas sobre este monumento los viajeros e intelectuales románticos europeos, en un momento en que la mayoría de los monumentos de la ciudad de Toledo presentaban un estado de conservación lamentable, agravado por los procesos desamortizadores.
Del mismo modo, la obra de Palomares contiene un análisis de las teorías de restauración que durante el siglo XIX identificaron este monumento con una mezquita, así como de la recuperación de ésta para el culto católico.
Por último, según ha subrayado, ofrece un balance de las teorías que Santa María la Blanca despertó entre los miembros de la Comisión Provincial de Monumentos de Toledo, finalizando la obra con un amplio anexo documental que será "sumamente útil para estudios posteriores sobre este monumento".
Por otro lado, ha afirmado que este estudio abarca desde el siglo XIX hasta el año 1930 en el que la sinagoga fue declarada Monumento Nacional. Palomares ha matizado que sobre la sinagoga existe en la práctica "una ausencia de estudios".
