JAÉN, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
La nueva Ordenanza contra la Contaminación Acústica del Ayuntamiento de Jaén "zanja de una vez por todas el problema" que existía con las campanas de la catedral, cuyo sonido había denunciado un vecino, al considerar su tañido como "singular" e incluirlo como una de las excepciones que autoriza.
De este modo, tal y como ha destacado en rueda de prensa el concejal de Medio Ambiente, José Luis Cano (IU), se cierra el expediente abierto a las campanas de la catedral a raíz de la citada denuncia. La nueva normativa ha sido aprobada este lunes por la Comisión de Medio Ambiente con el apoyo de los tres grupos políticos con representación en el Consistorio.
Se trata, según el edil, de una nueva ordenanza más acorde con la realidad actual, conjuga el cumplimiento de la legalidad vigente con el respeto y reconocimiento al valor histórico y patrimonial que representa el tañir de las campanas para los vecinos. En este sentido, ha indicado que el sonido de las campanas está vinculado a las relaciones de vecindad, que es comúnmente aceptado, que tiene una función social que no se cumpliría si se dejara de tocar, además de suponer pérdida patrimonial.
De ahí que, en el marco de elaboración del Mapa Estratégico Ruidos de la ciudad, se haya modificado la ordenanza municipal de protección contra la contaminación acústica con el objetivo de responder a la realidad actual y que se recoja como sonido singular a autorizar el tañido de las campanas de templos e iglesias, así como los relojes de edificios públicos.
Junto a esta excepción, las otras tres que recoge la ordenanza son las actividades militares y los ruidos dentro de los centros de trabajo (ambas con regulaciones específicas) y el ámbito doméstico, éste último con un tope de 30 decibelios.
Cano afirmó que "el interés de todos ha sido preservar un sonido que forma parte de las vivencias del conjunto de la ciudadanía" y finalmente así ha quedado recogido en la ordenanza cuya aprobación provisional se verá en el próximo pleno y con la que se ofrece un marco jurídico mucho más actualizado para dar respuesta efectiva en términos generales a las numerosas denuncias vecinales que se registran en el Ayuntamiento por ruido y actividades molestas.
De hecho, el también primer teniente de alcalde ha incidido en que se trata de uno de los asuntos que más problemas suscita en la convivencia de la ciudadanía, como pone de manifiesto que unas 300 denuncias anuales llegan al Ayuntamiento por temas de ruidos.
PROCESO
Con respecto al proceso iniciado por Antonio Rus, el vecino que denunció el tañir de las campanas, Cano ha recordado que la anterior Corporación municipal, gobernada por el PP, dejó ese asunto "dentro de un cajón sin resolver" y, a requerimiento judicial, en este mandato lo que se hizo fue "resolver sobre el fondo del asunto", realizando las mediciones como es debido.
El concejal ha recordado que, una vez establecido el nivel sonoro, que era superior al tolerable, se actuó en consecuencia y se hicieron dos medidas de buena voluntad. La primera, dirigida al Obispado y al Cabildo Catedralicio, rogándoles que pudieran reducir la duración de los toques de las campanas, "muestra de buena voluntad a la que accedieron". Por otro lado, se dirigió escrito al denunciante por si estaba conforme con que se pudiera acometer una renovación del edificio en el que vive, punto sobre el que "no se ha producido respuesta afirmativa".
Junto a ello, se resolvió "sobre el fondo" de la cuestión: primero con una autorización provisional del tañido con las citadas limitaciones y, posteriormente, "planteando la solución definitiva con el mapa de ruidos y la nueva Ordenanza". "Esto es lo que hacemos hoy con la aprobación inicial que debe ir a definitiva y entrar en vigor. Por tanto desde el lado del Ayuntamiento está resuelto", ha subrayado Cano para añadir, no obstante, que el vecino recurrió la decisión del Ayuntamiento y "no tenemos noticia de ese procedimiento en qué situación se encuentra".
