Salvador agradece el "honor" de la Medalla de Andalucía porque le lleva a pensar que no ha tenido una vida "baldía"

GRANADA 16 Feb. (EUROPA PRESS) -

El académico de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) Gregorio Salvador agradeció hoy el "honor" de haber sido distinguido con la Medalla de Andalucía, un "reconocimiento" que le lleva a pensar que al final de su vida no ha tenido una trayectoria "baldía". El dialectólogo, lexicógrafo y crítico literario, que nació en Cúllar (Granada) en 1927, dijo a Europa Press que la distinción le ha cogido "por sorpresa" puesto que lleva muchos años, desde finales de los 70, alejado de la Comunidad Autónoma.

Aún así, recordó que dedicó parte de su juventud, en la década 50, a estudiar a la sociedad andaluza culminando sus investigaciones con la elaboración del 'Atlas lingüístico y etnográfico de Andalucía', junto con el filólogo Manuel Alvar, del que fue discípulo. "Fue una obra muy novedosa y de las más serias de su momento", señaló Salvador, quien analizó 110 de las 230 localidades que se incluyeron en el estudio. "Creo que llegué a ser la única persona que estuvo entonces en casi todos los pueblos de Andalucía", apuntó.

Académico de la RAE desde 1987 y vicedirector de esta institución entre 1999 y 2007, Gregorio Salvador abandonó pronto su tierra natal, adonde sólo acude "por razones familiares" para desarrollar una "fructífera" vida académica, que comenzó como docente en institutos de Algeciras, Cartagena y Astorga, obteniendo la cátedra de Gramática Histórica en 1966 en la Universidad de Laguna (Tenerife), donde creó una fértil escuela de estudios semánticos estructuralistas.

"También he estado muy vinculado a América", recordó el académico, que ejerció como profesor visitante en universidades de Estados Unidos, México y Buenos Aires, tras lo que recaló, ya en 1975, en la Facultad de Letras de la Universidad de Granada. En 1979 se trasladó a la Autónoma de Madrid y en 1980 logró la cátedra de Lengua Española de la Universidad Complutense de Madrid, donde tras su jubilación fue nombrado catedrático emérito.

A Granada volvió hace aproximadamente dos años para recibir la Medalla de la Fundación Rodríguez Acosta, y le pusieron su nombre a un aula de la Facultad de Filosofía y Letras, algo que le causó "mucha emoción" por ver su nombre en los muros de un centro en el que él había estudiado su carrera.

Salvador ha estudiado la dialectología, sobre todo del andaluz oriental, y como crítico literario se ha centrado en poetas como Federico García Lorca, Blas de Otero, Miguel Hernández, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez. Como ensayista se muestra fundamentalmente como un defensor de la lengua como instrumento de unión y no de creación de identidades.