El sobrino de la gerente de Formades niega que ella le introdujese en la entidad y descarta "trato de favor"

Primera sesión del juicio por la gestión del consorcio Formades
Primera sesión del juicio por la gestión del consorcio Formades - EUROPA PRESS
Publicado: jueves, 3 febrero 2022 11:59

SEVILLA, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla ha continuado este jueves el juicio sobre la gestión del Consorcio Centro Andaluz de Formación Medioambíental para el Desarrollo Sostenible (Formades), ubicado en Almonte (Huelva), por presuntos delitos continuados de prevaricación y malversación protagonizados por su exgerente Ana María Orihuela, su hijo, un sobrino y dos acusados más; pues Orihuela habría contratado supuestamente "servicios con familiares y amigos faltando a los más elementales deberes legales" y eludiendo las reglas de contratación.

Después de que el pasado martes compareciesen como acusados Ana María Orihuela, concejal del Ayuntamiento de Almonte designada en 2006 gerente del citado consorcio público Formades, y su hijo Manuel Ramírez Orihuela, este jueves ha prestado declaración también como acusado Cristóbal Ojeda Orihuela, sobrino de Ana María Orihuela.

A tal efecto, la Fiscalía considera que mientras "el Consorcio necesitaba sostener unos gastos de funcionamiento como gastos generales, que debían ser justificados en atención a criterios de proporcionalidad", Orihuela "comenzó a contratar dichos servicios con familiares y amigos, faltando a los más elementales deberes legales y soslayando de modo absoluto las reglas de contratación que se exigen en la legislación de las subvenciones" de las que se nutría esta entidad pública.

Como gerente del consorcio, según la Fiscalía Anticorrupción, Orihuela "adjudicó contratos sin licitación previa", "aceptó que familiares y amistades presentaran facturas que en modo alguno cumplen con la legislación vigente, de tal manera que ni describen la realidad del servicio, ni puede saberse si este se hizo" y "fraccionó contratos de manera que no superaran los límites de 12.000 euros para la prestación de servicios".

EL HIJO Y EL SOBRINO

Según la Fiscalía, el hijo de Orihuela, también acusado en este juicio, fue contratado "directamente" para labores de mantenimiento, sin licitación, recibiendo en total 452.895,82 euros de las subvenciones ya descritas por tareas que "no pueden concretarse ni acreditarse", mientras en el caso del sobrino habría sido contratado como vigilante a pesar que los servicios de seguridad eran prestados por la empresa Esabe, según la Fiscalía, que le atribuye la percepción de 13.533,58 euros sin que conste "un contrato escrito, ni si este se adjudicó mediante el procedimiento de licitación pública previsto".

Al respecto, Cristóbal Ojeda Orihuela ha explicado que allá por comienzos de 2010 estaba en paro porque se dedicaba a la construcción y tal sector atravesaba entonces una cruda crisis.

Ha explicado así que su mujer, quien trabajaba en Formades como profesora de equitación tras haber accedido a dicha entidad de un modo que no recuerda, le comentó que "hacía falta ayuda" para el vigilante de los animales, el también acusado Antonio Herrera Vera, quien según la Fiscalía fue contratado por Ana Orihuela también "sin concurso ni oferta pública previa", mientras "era ESABE quien realmente realizaba funciones de vigilancia sin que pueda saberse qué hacía realmente y que funciones desempeñaba".

LA SUGERENCIA DE SU MUJER

Como su mujer le propuso la idea de "informarse" sobre tal situación, según ha manifestado, acudió al centro de Formades y allí se entrevistó con un responsable y unos "siete o diez días después" el mismo le habría llamado por teléfono para cerrar los aspectos relativos a sus horarios y otros detalles. Al respecto, ha asegurado no recordar si formalizó alguna petición de empleo o si supiese que alguien más concurría para entrar a trabajar en el puesto.

Así, ha negado que contactase con su tía y además gerente de Formades para comenzar a trabajar en la entidad, remarcando que tenía "poca o nula relación" con ella.

De otro lado, ha asegurado que su función no era la de "vigilar instalaciones", sino la de "vigilar y alimentar" a los caballos de Formades, que eran "muchos". "Yo vigilante (de seguridad) no soy", ha insistido ante los servicios de seguridad que prestaba Esabe en las dependencias de Formades.

LAS FACTURAS

Tras avisar el fiscal Fernando Soto que las facturas incluidas en la investigación reflejarían que él habría cobrado más que el acusado Antonio Herrera por los mismos trabajos y labores, el sobrino de la gerente de Formades ha alegado que "puede ser" que ello derivase de haber trabajado más jornadas u horas, señalando el representante del Ministerio Público que las facturas presentadas son demasiado "genéricas" y no mostrarían esos detalles.

El fiscal también le ha preguntado por una factura que cobró con el concepto de "apoyo a silos", explicando él que los responsables de Formades le dijeron que les hacía falta ayuda para una obra que corría "prisa" y le pidieron que "ofertase", tras lo cual lo hizo y finalmente se encargó de dicho trabajo, según ha narrado.

NINGÚN "TRATO DE FAVOR"

En cualquier caso, el acusado ha negado que recibiese ingresos de Formades "sin haber emitido una factura", explicando que desde la propia entidad le daban indicaciones sobre cómo confeccionar las facturas y negando cualquier "trato de favor" a la hora de los pagos. Y es que según ha asegurado, había "problemas" para cobrar los trabajos e incluso transcurrían "meses" hasta poder cobrar las facturas.

Igualmente, ha corroborado la idea de que Ana María Orihuela y su hijo "no se hablaban" y no tenían "buena relación", extremo alegado por la exgerente de Formades a la hora de declarar, para negar relación alguna con la contratación de su vástago en la entidad que dirigía.