Tribunales.- El acusado de apuñalar a su sobrino alega que el joven le estaba "matando a patadas"

Actualizado: miércoles, 28 octubre 2009 15:43

JAÉN, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un vecino de Arjona (Jaén) acusado de apuñalar a su sobrino alegó hoy que el joven le estaba "matando a patadas" y que con el fin de "protegerse" de las acometidas del otro elevó la navaja, que ya había preparado previamente, con el resultado de que se la hincó a la víctima.

En el juicio, celebrado hoy en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Jaén, el acusado, Martín N.H., sostuvo que el día de los hechos, el 5 de junio de 2005, se dirigió a casa de sus padres y se enzarzaron en una discusión. Cuando salió a la calle, vio a su sobrino en el balcón y empezaron a insultarse, tras lo que el joven salió al exterior y se fue a por él, momentos durante los cuales él preparó su navaja, según detalló. Al acercarse, el procesado afirmó que la víctima empezó a darle patadas hasta que se le "echó encima" y se clavó la navaja.

Frente a esta versión, el sobrino relató que estaba en casa de sus abuelos cuando escuchó unas voces y que, al ir a ver qué pasaba, descubrió a su tío discutiendo e insultando mientras que tanto él como el resto de la familia que estaba allí le pedían que se fuera. Ante esta situación, explicó que su madre le pidió que él abandonara la casa para que no siguiera presenciando la pelea.

Así, fue hacia su coche y entonces vio que su tío había sacado una navaja, por lo que en lugar de montarse en el vehículo se dirigió hacía él pidiéndole que se fuera de allí con el fin de que no entrara en la casa armado ya que había antecedentes en los que había supuestamente golpeado a su abuelo, tal y como manifestó.

Sin embargo, el joven detalló que justo en ese momento alguien --que él imaginó que sería la mujer de su tío aunque no lo sabe con certeza porque fue por la espalda-- le empujó y quedó de rodillas en el suelo, entonces sintió que le daban un puñetazo, pero al llevarse la mano hacia la zona golpeada se la vio llena de sangre, por lo que se fue corriendo al centro de salud que estaba muy cerca de allí.

Por su parte, los forenses que trabajaron en este caso señalaron que la herida que presentaba la víctima tenía una posibilidad real e inmediata de provocarle la muerte si no hubiera recibido atención médica acto seguido. "Sin ninguna duda, hubiera llevado a la muerte", declaró uno de los expertos, en referencia a si la víctima no hubiese sido intervenido.

Además, otra experta analizó que el acusado tenía diagnosticada desde hacía tiempo una patología psiquiátrica de tipo paranoide, que le hacía tener un "juicio alejado de la realidad", si bien subrayó que él sabe diferenciar entre lo correcto y lo incorrecto.

Inicialmente, el fiscal pedía en su escrito de acusación una pena de seis años de prisión para el acusado por un delito de homicidio en grado de tentativa mientras que la acusación particular elevaba en su escrito provisional su petición a nueve al considerarle responsable de un delito de asesinato.