JAÉN 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio Fiscal elevó hoy a definitivas sus conclusiones en el juicio que se sigue contra un padre y sus dos hijos acusados de matar con un disparo a un hombre en Linares (Jaén) y mantuvo la petición de que sean condenados por un delito de asesinato a 18 años de prisión, si bien por el delito de tenencia ilícita de armas rebajó la solicitud de pena privativa de libertad de dos años y medio a dos años.
En la sesión de hoy concluyó la práctica de la prueba y cada de una de las partes presentó sus conclusiones finales, de forma que está previsto que mañana se entregue a los miembros del jurado --compuesto por ocho hombres y una mujer, más otro hombre y otra mujer de suplentes-- el objeto del veredicto, según fuentes judiciales cercanas al caso consultadas por Europa Press.
Al igual que el fiscal, la acusación particular también les consideró responsables de un delito de asesinato mientras que la defensa del padre, Diego M.M., argumentó que si es condenado lo sea por un homicidio a dos años y medio de prisión aplicándole las atenuantes de legítima defensa y miedo insuperable, entre otras.
La defensa del hijo de mayor edad alegó que este únicamente disparó al aire y que, en todo caso, debe aplicársele la eximente de alteración psicológica mientras que el letrado del hijo de menor expuso que su cliente ni siquiera participó en estos hechos.
VERSIÓN DE LOS ACUSADOS
El padre, Diego M.M., de 54 años de edad, explicó el primer día del juicio que el día de los hechos --el 3 de febrero de 2006-- estaba junto con su hijo y también procesado Joaquín M.F. trasladando los enseres de su antigua casa a la nueva, ubicada frente al domicilio de la víctima. Este hombre relató que, cuando llegaron a la calle para empezar a descargar cosas por segunda vez, salió de pronto el fallecido de su casa y tras insultarles descerrajó contra ellos. Diego M.M. expuso a preguntas de las partes que él empezó a esquivar las balas mientras que su hijo fue a la casa, cogió un arma y pegó unos tiros mientras que él también cogió otra arma de su domicilio.
Así, señaló que acto seguido su hijo Joaquín M.F. se fue y que él disparó dos veces sin apuntar --"le di en la cabeza como si le hubiera dado en el corazón", apuntó--, tras lo que la víctima cayó al suelo. "Pensé que no lo había matado, pensé que se había escurrido y, al caer, me quedó un poco sorprendido, entonces salió su mujer y cogió su arma", resumió. "Si yo le maté fue en defensa propia porque me mataba a mí o a mis hijos", insistió. El acusado aseguró estar "muy arrepentido" de lo que pasó y pidió disculpas a los familiares del fallecido.
Por su parte, Joaquín M.F., de 34 años, especificó que el fallecido empezó a dispararles y que por eso se entró en la casa y cogió un arma con la que disparó al aire, según precisó, para recalcar que junto a él apareció de pronto su padre usando otra arma, por lo que volvió al interior la casa y no vio nada más. "No me di cuenta de que cayera muerto", aseguró y subrayó que no salió porque le daba miedo.
En la sesión de ayer, los forenses responsables de la autopsia del fallecido indicaron que la persona que apretó el gatillo debía de estar situada previsiblemente frente a la víctima. Estos expertos detallaron que no apreciaron en el cuerpo de la víctima más lesiones violentas que el orificio de la bala que presentaba en la cavidad craneal más unas erosiones faciales compatibles con la caída al suelo tras el disparo.
Los forenses detallaron que tampoco apreciaron datos de defensa o lucha en el cuerpo del fallecido y que al examinar las manos de la víctima descubrieron unas sustancias que indican que "próximamente" hubo una detonación.