Entre el 15 y 30% de ictus se deben al estrechamiento de la arteria carótida por acumulación de grasas, según expertos

Actualizado: jueves, 29 octubre 2015 17:42

La Sociedad Andaluza de Angiología y Cirugía Vascular recomiendan hábitos saludables para prevenir un cuadro vascular de este tipo

SEVILLA, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -

Entre el 15 y el 30 por ciento de los casos de ictus se deben a la estenosis carotídea. Esta patología vascular supone un estrechamiento de las principales arterias que abastecen de sangre al cerebro. La progresión de la enfermedad termina por convertir estos estrechamientos en una o en las dos arterias carótidas en sintomáticos, por la producción de daño cerebral, pudiendo llegar incluso a la obstrucción completa del vaso.

El ictus es la enfermedad cerebro-vascular más frecuente del mundo con una incidencia en nuestra región de 150-200 casos por cada 100.000 habitantes/año y una prevalencia de ocho casos por 1000 habitantes. Además, según un comunicado, más de un millar de personas en la provincia de Jaén sufren cada año un ictus o infarto cerebral.

El citado estrechamiento de estas arterias se produce fundamentalmente a consecuencia de la formación gradual de la placa de ateroma, cuando el colesterol y la grasa se acumulan en las capas internas de las arterias, dando lugar a una reacción inflamatoria, todo como producto de seguir con el paso del tiempo hábitos de vida poco saludables.

Con motivo del Día Mundial del Ictus que se celebra este viernes y a fin de prevenir el desarrollo de la estenosis carotídea, desde la Sociedad Andaluza de Angiología y Cirugía Vascular se recomiendan seguir sencillas medidas de prevención que ayudan a reducir la formación de placas de ateroma en las arterias. Son, a groso modo, medidas que promueven un estilo de vida saludable.

Así, recomienda seguir una dieta baja en sal, grasas, colesterol y sodio, y alta en verdura, fruta y fibra; llevar a cabo actividad física de manera regular, al menos 30 minutos diarios entre tres y cinco días a la semana; abandonar el hábito tabáquico; evitar la ingesta abusiva de alcohol; y llevar un severo control de la tensión arterial así como de la glucosa en sangre si se padece diabetes. En este último caso debe controlarse con dieta, ejercicio y los fármacos adecuados con el objetivo de mantener la hemoglobina glicosilada por debajo del siete por ciento.

Asimismo, desde esta sociedad científica también se recuerda la existencia de tratamientos para la estenosis carotídea, los cuales varían en función de la gravedad de la enfermedad. De este modo, para estenosis leves-moderadas, sobre todo si no han producido síntomas todavía, se realiza tratamiento médico principalmente con fármacos antiagregantes plaquetarios, fármacos para reducir el colesterol, y manteniendo unos hábitos de vida saludables, junto con un control estricto de los factores de riesgo vascular.

Por su parte, para estenosis moderadas-severas, y sobre todo si ya han producido síntomas por afectación cerebral, se realiza tratamiento quirúrgico para corregir dicha estenosis y evitar la aparición de nuevos y más graves síntomas, habitualmente mediante cirugía abriendo y eliminando la placa de ateroma del interior de la arteria carótida (endarterectomía carotídea), o mediante un procedimiento endovascular, es decir, realizando un cateterismo e implantando un stent para corregir el estrechamiento en la carótida, decidiendo realizar un tratamiento u otro en función de las características de cada paciente.

Asimsimo, el antiagregante plaquetario ácido acetilsalicílico, en dosis de 75 a 325 mg al día, es considerado el medicamento de elección en la prevención de ictus en pacientes con estenosis carotídea, en todos los estadíos de la enfermedad.

INCIDENCIA DEL ICTUS

En la actualidad el ictus constituye la primera causa de mortalidad en las mujeres y segunda en los hombres y provoca el diez por ciento de la mortalidad total (8% hombres y 13% mujeres). Es, además, la primera causa de invalidez permanente en el adulto, lo que la convierte en una enfermedad con un elevado coste socio-sanitario, ya que supone entre el siete y diez por ciento del gasto sanitario. A eso se suma el gran número de pacientes que están expuestos a padecer un nuevo episodio vascular, por lo general más grave que el primero.

En nuestro país, el ictus afecta cada año a unas 130.000 personas, de las cuales 80.000 fallecen o quedan con alguna discapacidad. Más de 300.000 españoles presentan alguna limitación en su capacidad funcional tras haber sufrido un ictus.

Actualmente, este trastorno es más común a edades más avanzadas, ya que el 75 por ciento de los ictus ocurren en personas de más de 65 años. No obstante, el ictus no sólo afecta a los sectores más envejecidos de la población. Cada vez se registran más casos entre adultos jóvenes, debido a los hábitos de vida incorrectos e insanos que adoptan. De hecho, hoy día entre el 15 y el 20 por ciento de estos accidentes cerebro-vasculares afectan a individuos de menos de 45 años.

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