AMPL.- Los habitantes del asentamiento chabolista de Tablada invaden dos viviendas del Polígono Sur

SEVILLA 12 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un grupo de habitantes del poblado chabolista instalado entre el puente de la Juan Carlos I y el puente de hierro que conecta San Juan de Aznalfarache con Sevilla, asentamiento creado por familias del Polígono Sur que abandonaron la zona tras el tiroteo en el que murió un menor de 17 años víctima de una bala perdida, ha invadido hoy dos de las viviendas que moraban en este barrio marginal y que habían sido precintadas por la Consejería de Vivienda y Ordenación Pública, según anunció a Europa Press uno de los portavoces del colectivo chabolista.

Uno de los miembros del colectivo, Ángel, explicó que dadas las condiciones de insalubridad del poblado chabolista y el castigo de las altas temperaturas que desde ayer azotan el valle del Guadalquivir, aproximadamente 40 de las personas que habitaban este asentamiento tras haber abandonado el Polígono Sur resolvió retornar a esta zona desfavorecida de Sevilla y "ocupar dos viviendas" que, de hecho, habían sido habitadas por este mismo colectivo hasta el mencionado éxodo.

En concreto, según el relato de este miembro del colectivo chabolista, han sido invadidos un bajo y un segundo piso del conjunto ocho de la calle Luis Ortiz Muñoz, en pleno corazón del Polígono Sur tratándose, además, de viviendas que había precintado la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio tras su abandono al objeto de resolver su régimen de ocupación. "No podíamos más", dijo este hombre alegando que un menor de edad ha sido trasladado hasta un centro sanitario víctima de los efectos de las altas temperaturas que padecían los habitantes del poblado.

Según este portavoz del colectivo, la ocupación de las viviendas ha sido "pacífica", si bien reconoció que en los aledaños del edificio se ha desplegado un dispositivo policial que, de momento, no habría actuado. "Todo está en calma", dijo para relatar cómo las familias se están instalando en estas viviendas. Al respecto, aseguró que estas personas no protagonizan "ningún asalto", sino que toman "lo que es nuestro", en alusión a las viviendas precintadas por la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio.

UNA BALA PERDIDA

Varias familias arraigadas en el entorno del barrio marginal de las Tres Mil Viviendas huyeron de la zona por temor a "represalias" como consecuencia del tiroteo que el pasado 29 de marzo se saldó con la muerte de un menor de etnia gitana de 17 años en la calle José Sebastián Bandarán, donde una bala perdida alcanzó en la cabeza al menor mientras presenciaba el intercambio de disparos desde un todoterreno manejado por su propio padre.

Estas familias abandonaron el Polígono Sur prácticamente al día siguiente de que se produjera este tiroteo entre clanes de etnia gitana, si bien la muerte del menor no aconteció hasta días más tarde en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Virgen del Rocío a consecuencia de las lesiones craneoencefálicas derivadas del impacto de bala. Se da la circunstancia de que uno de los clanes que habría participado en el tiroteo, actualmente investigado por el Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía, está formado por algunas de las personas que aterrizaron en el Polígono Sur tras el desmantelamiento del asentamiento chabolista de Los Bermejales.

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