SEVILLA, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
Andalucía Acoge exigió hoy, con motivo de la celebración mañana domingo 21 de marzo del Día Internacional contra el Racismo y la Xenofobia, que "se den todos los derechos a las personas que residen en el país, y que no se trate de una ciudadanía vinculada simplemente a la nacionalidad", declaró a Europa Press su presidenta, Mamen Castellano.
En dichas declaraciones, Castellano criticó también el "racismo institucional" que se ejerce a través de algunas medidas en la gestión de la política migratoria. En este sentido, explicó que desde hace años se viene insistiendo en el hecho de que aunque no se discrimina "de manera manifiesta", a la hora de la verdad "se ponen muchas trabas".
Así, puso de ejemplo que aunque la Ley de Vivienda andaluza prevé que el derecho a la vivienda de protección oficial sea para todos los que viven en Andalucía, sin embargo cuando "un inmigrante llega a un ayuntamiento a apuntarse en el registro de solicitantes se le pide el permiso de residencia, con lo cual ya se está discriminando institucionalmente".
Además, Castellano dijo que desde Andalucía Acoge se apuesta "por cambiar el discurso del miedo al otro por otro más positivo e integrador". Al respecto, indicó que recordando los últimos acontecimiento de Vic y Salt "hay políticos que dicen abiertamente que la culpa de la crisis es de los inmigrantes, pero hay otros que sin decirlo lo están dejando entrever".
De este modo, prosiguió, "a la hora de la verdad están diciendo que vamos a hacer una reforma de la Ley de Extranjería justo en este momento de crisis, que es como decir a la población española que ahora es cuando hay que empezar a echar a los inmigrantes porque están sobrando". "Andalucía Acoge considera que ahora no es el momento más adecuado para hacer esta reforma; ya lo dijimos cuando empezó y lo seguimos manteniendo", sentenció.
Por otra parte, desde la entidad también se alertó de la "importancia" de potenciar un discurso donde se pongan de manifiesto aspectos "positivos" de la inmigración, como pueden ser, a juicio de Castellano, "escuchar de los políticos que las aulas se han ocupado gracias a los hijos de esa población inmigrante, o que descarten el discurso que hay a nivel político de plantear la gestión de la diversidad como un problema, y no como riqueza, que es lo que realmente es".
