Hispania Nostra incluye las Atarazanas en su "lista roja" del patrimonio

Reales Atarazanas de Sevilla
EUROPA PRESS
Europa Press Andalucía
Actualizado: lunes, 29 febrero 2016 16:45

SEVILLA 29 Feb. (EUROPA PRESS) -

La asociación Hispania Nostra ha incluido a las Reales Atarazanas de Sevilla, construidas en 1252 y declaradas Bien de Interés Cultural (BIC), en su particular "lista roja del patrimonio", a cuenta de los términos del proyecto promovido por la Fundación La Caixa y diseñado por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, para restaurar este monumento de titularidad autonómica y adaptarlo como centro cultural.

La decisión de esta asociación se une a las denuncias de los colectivos conservacionistas locales, que tachan de "crimen patrimonial" este proyecto avalado por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico y con licencia de obras por parte del Ayuntamiento, toda vez que el Colegio de Arquitectos de Sevilla apoya también la iniciativa.

Según Hispania Nostra, una asociación radicada en Madrid, el proyecto de Vázquez Consuegra, actualmente en exposición pública en el Colegio de Arquitectos de Sevilla, "atenta gravemente contra la integridad del extraordinario monumento, no contempla lo más esencial que es extraer los escombros y devolver las naves a su altura original y, peor aún, imposibilitará hacerlo en el futuro". "La recuperación de la cota original es imprescindible para que las Atarazanas retornen a su grandiosidad y significado histórico. Imposibilitar definitivamente una futura recuperación de su dimensión real significaría un injustificable y grave atentado al monumento", opina la organización.

Los grupos conservacionistas de la propia Sevilla, recordémoslo, avisan de que sobre el monumento pesa el plan especial de protección del sector Arenal del Conjunto Histórico Artístico de Sevilla y aunque el mismo "prohíbe" los usos de hostelería en los monumentos protegidos, el proyecto contempla "una cafetería con una terraza de unos 1.000 metros cuadrados". Además, denuncian que no se respeta la escala, las dimensiones ni la totalidad de sus elementos, como las pilastras o las cubiertas", pues en el nuevo diseño "se reforman y reconstruyen dos cuerpos edificados sobre las naves dos y cuatro.

Sus defensores, por contra, señalan que el proyecto en cuestión plantea mantener libre de uso el espacio medieval de la planta baja, el sistema estructural de las primitivas atarazanas mudéjares, así como abrir el espacio hacia la calle Dos de Mayo, como una posibilidad más respecto al actual sistema de acceso. Asimismo, se consagra como sala principal de exposiciones la primera planta del edificio de cabecera, construido como Maestranza de Artillería por Carlos III a finales del siglo XVIII. Por último, este proyecto rechazado por los colectivos conservacionistas, que lo tachan incluso de "crimen patrimonial", concentra los nuevos usos en la planta alta de las naves, donde "es más viable la intervención arquitectónica y hacia donde el edificio ha crecido en tiempos recientes".

Para Adepa, en cualquier caso, esta exposición no implica un verdadero "debate ciudadano" sobre el futuro del monumento, porque su "único contenido es el proyecto que ha obtenido licencia", toda vez que el debate "se va a limitar a una mesa redonda sólo con profesionales de la arquitectura, mayoritariamente ajenos a la realidad de Sevilla y sus monumentos aunque, eso sí, muy próximos a las pautas de intervención patrimonial del autor del proyecto".

Adepa, además, critica "la exposición en la sede de una entidad que ya se ha manifestado públicamente a favor de una opción concreta, en referencia al Colegio de Arquitectos, así como "el intento de eludir el debate ciudadano que ha de ser amplio y pluridisciplinar, intentando limitarlo a una controversia entre especialistas de la arquitectura".

Además, atisba "una exclusión de aquellas opiniones y alternativas distintas de la presentada", en alusión a "historiadores, arqueólogos, restauradores, americanistas y las entidades de la ciudad con interés y competencias en estos temas, como las academias, el Ateneo, o las fundaciones y las entidades conservacionistas". "Un proceso de participación ciudadana es bastante más que la exposición forzada de unos planos", avisa Adepa.

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