Casi 31.000 personas en Andalucía están afiliadas en el Régimen Especial de Empleadas de Hogar, el 94% mujeres

El 59,3% de estas mujeres son extranjeras, aunque por la crisis cada vez hay más mujeres españolas que vuelven a desempeñar esta actividad

Cáritas Regional de Andalucía lanza la campaña 'Tomemos la palabra. Por un traba
EUROPA PRESS
Europa Press Andalucía
Actualizado: miércoles, 30 marzo 2011 14:54

SEVILLA, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un total de 30.961 personas están afiliadas en Andalucía en el Régimen Especial de Empleadas del Hogar (REEH), el 11 por ciento del total de personas afiliadas a nivel nacional, de las cuales el 94 por ciento son mujeres, y de ellas el 59,3 por ciento extranjeras, según ha informado este miércoles Cáritas Regional de Andalucía con motivo de la celebración del Día Internacional de Empleadas de Hogar. Además, la provincia con más afiliación en Sevilla --con 9.347 personas-- y la que menos Huelva --con 996--.

En rueda de prensa, a la que han asistido el presidente de Cáritas Regional de Andalucía, Anselmo Ruiz, y la coordinadora de Equipo Regional de Inserción Laboral, Concepción Martín, el primero ha señalado que con en este día Cáritas "quiere tener un reconocimiento hacia esas miles de mujeres que con su trabajo diario están contribuyendo a conciliar la vida laboral y familiar de muchas familias, a mantener el hogar y contribuir al bienestar y el desarrollo de nuestra sociedad, y que parecen que no existen".

Por ello, Cáritas en Andalucía se hace eco de la campaña 'Tomemos la Palabra. Por un trabajo de derechos plenos de la trabajadora del hogar' de la Plataforma Estatal de Asociaciones de Trabajadoras del Hogar "con el fin de sacar a la luz pública y dar a conocer a la ciudadanía y a los responsables políticos la realidad de esta actividad profesional para que apliquen normativas europeas e integren este Régimen Especial en el Régimen General de Seguridad Social".

Asimismo, y según Cáritas, el empleo del hogar en Andalucía se caracteriza por una "fuerte" presencia de extranjeros, el 61 por ciento, procedentes de países no comunitarios, en su mayoría Bolivia y Marruecos, y de países comunitarios como Rumanía y Marruecos, y del total de afiliados extranjeros el 90 por ciento son mujeres. Además, en cuanto a la demanda, en Andalucía existe una diversificación en torno a la limpieza general y mantenimiento del hogar, por un lado, y el cuidado a uno o varios de los miembros de la familia por otro.

No obstante, ha matizado Ruiz, y con motivo de la crisis actual, "muchas mujeres españolas vuelven a desempeñar este trabajo, especialmente mujeres de unos 50 años con maridos en paro, y que no disponen de un nivel de estudios altos", asegura, al tiempo que afirma que este fenómeno "se está dando en muchos barrios de todas la provincias andaluzas". También ha manifestado que ha aumentado el número de hombres, sobre todo inmigrantes, para cuidar a ancianos hombres, pero "no para desempeñar las labores del hogar".

"MUCHAS SUFREN UNA TRIPLE DISCRIMINACIÓN"

De este modo, según ha apuntado Concepción Martín, Cáritas Andalucía evidencia, entre otras, que la trabajadoras del hogar "son trabajadoras no visibles"; que "más del 70 por ciento desarrollan su actividad en la economía sumergida, acentuándose este fenómeno por la crisis económica; no tienen derecho a cobro de la prestación por desempleo; no existe la obligatoriedad de formalizar la relación laboral mediante un contrato por escrito; o muchas sufren "una triple discriminación" por el hecho de ser mujeres, inmigrantes y empleadas del hogar.

Desde la Administración en el 2007 se anunció una reforma legal que suponía terminar con la discriminación de las empleadas del hogar, pero desde entonces hasta hoy, informa Cáritas Andalucía, tan solo se han producido pequeñas modificaciones legislativas que resultan "insuficientes" y que aún "no se han hecho efectivas". Por todo ello, señala Martín, "reivindicamos para estas mujeres la equiparación de derechos laborales con el Estatuto de los Trabajadores; la desaparición del Régimen Especial de Seguridad Social y la integración en el Régimen General; y la obligación de formalizar la relación laboral mediante contrato escrito, así como una jornada de trabajo máxima ordinaria de 40 horas semanales".

Asimismo, desde la organización social también se solicita "hacer efectivo" que el salario en metálico nunca pueda ser inferior al Salario Mínimo Interprofesional (SMI); la obligación de alta y cotización a la Seguridad Social desde la primera hora de trabajo; la regulación de la prestación por desempleo; hacer efectiva la equiparación de la prestación de incapacidad temporal por enfermedad común con la del Régimen General; el derecho de conciliar su vida laboral y familiar; y que el trabajo en el ámbito de los cuidados personales se les valores.

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