Santa Catalina, edificada sobre otro templo del XIII, contará con una cripta visitable

SEVILLA, 26 Dic. (EUROPA PRESS) -

El alcalde hispalense, Juan Ignacio Zoido, y el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, han firmado este viernes un protocolo de actuación mediante el cual el Consistorio aporta 1,5 millones de euros para restaurar el templo gótico mudéjar de Santa Catalina, cuyos primeros estudios avanzan que está construido sobre otro de menor tamaño de alrededor del siglo XIII. La inversión total en estas obras, que se prevé que duren alrededor de un año más, será de 3.115.967,55 euros, de los que La Caixa aportará 150.000 euros, proviniendo el resto de la Iglesia.

La citada iglesia, cerrada en 2004, es Monumento Nacional desde 1912 y Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1985. Se encuentra en el mismo lugar en el que existió un templo romano, sobre el que se levantó una iglesia visigoda y sobre el que posteriormente se baraja la posibilidad de que existiera una mezquita.

Tras la visita de la iglesia, Zoido destaca la puesta en valor del patrimonio histórico artístico de la ciudad, mostrándose convencido de que éste es "uno de los mejores regalos que se pueden hacer a los sevillanos con motivo de la Navidad, con la recuperación de una "joya" y poniendo fin a su cierre que se remonta ya a 2004.

"Este cierre jamás debió de ocurrir porque se tenían que haber puesto antes los medios, teniendo en cuenta que además se estaba entonces en una época de bonanza económica", señala, detallando que cuando llegó al gobierno era un asunto "enquistado, pero hoy ya es una auténtica realidad". El alcalde insiste en que se está teniendo la oportunidad de "leer la historia de Sevilla en el mejor espacio que se puede tener", apuntando a la "yuxtaposición de las diferentes culturas".

"Si la obra cuesta tres millones, el Ayuntamiento se compromete a poner hasta la mitad del coste, 1,5 millones, con el objetivo de que su recuperación sea ya una realidad", explica, incidiendo en que el Consistorio tiene que contribuir a mantenerlo, "ya que cuando las cosas no se hacen, tenemos que asumirlo, porque forma parte de nuestra historia y de nuestra cultura". Así, destaca el templo tanto desde su importancia desde el punto de vista histórico y que, no sólo recuperará el culto en la parte superior, sino que permitirá la visita de los restos encontrados a través de un sótano que se creará.

Por su parte, Asenjo ha afirmado que las obras se están acometiendo "en solitario" por parte del Arzobispado, el Ayuntamiento y La Caixa, a quienes ha agradecido su "apuesta, compromiso y sensibilidad", y asegura de que se trata de un "día importante" ante el avance de unas actuaciones que suponen "un regalo para la ciudad".

Tras esperar poder abrir "lo antes posible" la Iglesia, ha llamado la atención sobre la necesidad de implicar a los pueblos en el mantenimiento y conservación de las parroquias, que "suelen ser los edificios más hermosos del pueblo, porque aunque está inscrito en el registro de la propiedad a nombre de la Iglesia, cuando el párroco se va no se lleva la iglesia, porque ésta es del pueblo".

"Con la ayuda de las instituciones y del Arzobispado se tiene que acometer su mantenimiento", sentencia, tras poner como ejemplo que la parroquia de Fuentes de Andalucía contó con una aportación de 700.000 euros puesto por sus ciudadanos, a lo que se sumó los 200.000 euros del Ayuntamiento, 400.000 del Arzobispado y 100.000 con fondos europeos.

CAMBIO "DRÁSTICO" DE CONFIGURACIÓN

Tras la visita, el arquitecto responsable de las obras, Francisco Jurado, ha destacado el descubrimiento de la iglesia primigenia que se encontraba en esta zona y que se desconocía hasta ahora, fechándose a finales del siglo XIII y principios del XIV. Así, las actuaciones arqueológicas, iniciadas en julio de 2014, han sacado a la luz el cambio "drástico" de configuración de la iglesia, que posiblemente tenía tres naves, siendo más estrecha la central, y cuatro barcos en vez de tres. Explica que posiblemente por algún derrumbe desapareciera la iglesia y después se elevara y se hiciera más esbelta.

Actualmente se desarrolla la primera fase de las obras, dotada con alrededor de un millón de euros y que prevé que quede terminada en el primer trimestre de 2015, teniendo en cuenta que se han alargado plazos como consecuencia de la investigación interior arqueológica, mientras que en el exterior se están analizando los colores y decoración original que existía. Se calcula que la segunda fase de terminación interior y cierre de las excavaciones y decoración del interior se prolongue otro años más para acondicionar los restos, recuperar el nivel del suelo de la iglesia, poner las instalaciones, decoración, entre otros.

Jurado detalla que actualmente se encuentra en una cota de 80 centímetros de profundidad junto a la puerta principal, aunque quedan tres o cuatro metros de terreno empapado de agua, que se saneará, aunque no se prevé llegar hasta esos cuatro metros de profundidad. Así, con una profundidad de 2,5 metros se prevé la construcción de cripta que sería visitable y que no interferirá con los espacios del propio templo que tendrá un aspecto parecido al que tenía antes de su cierre. "Tras ocho años cerrada, no hay prisas con el objetivo de hacer una terminación mejor", señala.

Insiste en que lo interesante es que "todo esto no se pierda después en la decoración, diferenciando lo que corresponde a la geometría original y los elementos nuevos". Añade que en cuanto a decoración la iglesia está "muy tocada", aunque sí se han encontrado restos en el exterior de los elementos y colores originales. "Se trata de recuperar elementos que son de interés, pero con suavidad", concluye.

MINARETE Y URBANISMO ISLÁMICO

Por otra parte, el responsable de la actuación en Santa Catalina explica que la torre exterior en su parte baja tiene apariencia de minarete, por lo que se barajaba de la posibilidad de encontrar restos de una mezquita en la zona. Sin embargo, señala que no se han encontrado restos por el momento, aunque no descarta que existiera más en el exterior del templo.

Igualmente, menciona que en la fachada principal de la torre, la que está al sur, se recuperará la decoración original que se perdió por "su mal estado", por lo que se volverá a colocar de modo "sutil" la decoración geométrica de la fachada. También, señala que la torre contaba originalmente con seis merlones en cada lado, "pero en un momento determinado le añaden otro por lo que ya no correspondían con los desagües y sólo funcionaban dos". Ahora, que vuelve a contar con seis, funcionan todos.

Actualmente se está terminando de documentar las extensas fases de enterramiento correspondientes al periodo comprendido entre los siglos XV y XVII, mientras que en los puntos donde han sido debidamente documentados y levantados se están excavando actualmente niveles previos al edificio cristiano y que parecen pertenecer al urbanismo islámico propio del siglo XIII.

Además, en el ábside se está recuperando el prebisterio previo a la construcción de la capilla sacramental, obra que cambió la fisonomía del conjunto. Si bien las solerías originales han desaparecido, se están documentado las criptas y escalinatas de acceso al altar mayor correspondientes a este momento previo al siglo XVII.