Experta afirma que el 70 por ciento de pacientes de terapias ecuestres en Andalucía son enfermos crónicos

Actualizado: martes, 21 julio 2009 20:02

CARMONA (SEVILLA), 21 Jul. (EUROPA PRESS) -

La fisioterapeuta y presidenta de la Asociación Andaluza de Equitación Terapéutica 'El Caballo Ayuda', Pilar Villa Fernández, aseguró hoy en Carmona, en el marco del Curso de Verano de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) 'Introducción a las terapias ecuestres', que el 70 por ciento de los pacientes que atienden en los centros de terapias ecuestres andaluces "son enfermos crónicos, que utilizan el caballo como un tratamiento complementario que les ayuda a mejorar su calidad de vida".

En este sentido, Pilar Villa destacó que la mayoría de casos en los que intervienen son personas con síndrome de Down, parálisis cerebral y autismo que aunque se trata de enfermedades que no se curan "si pueden mejorar o estabilizarse". Asimismo, el 30 por ciento restante de pacientes de terapias ecuestres son personas con problemas de espina bífida o lesiones medulares.

Asimismo, la presidenta de 'El Caballo Ayuda' señaló que aunque no hay límite de edad para beneficiarse de los efectos del caballo, "los niños demandan más este tipo de terapias y representan un 80 por ciento de los casos". Al hilo, afirmó que "no sólo trabajamos con personas con discapacidad física, sino con personas con necesidades de todo tipo que van desde traumatismos craneoencefálicos, trastornos de ansiedad, de la conducta, de integración social o problemas de alimentación".

Al respecto, Villa indicó que el tener un equipo multidisciplinar de profesionales --psicólogos, pedagogos o fisioterapeutas-- les permite intervenir sobre un amplio abanico de pacientes, pues "pretendemos trasladar el tratamiento convencional de la consulta de un psicólogo a un medio natural, en el que interviene un caballo y un profesional que guíe todo ese proceso".

Según explicó la experta, del caballo "aprovechamos sus características comportamentales, sus características psicológicas, la docilidad, la capacidad de acceder a pacientes que de otra forma no llegarías --como en el caso de personas autistas-- y sus características biomecánicas --éstas incluyen unas peculiaridades de altura, de lomo, de anchura, de movimiento del animal-- que permiten que su movimiento trasmitido al jinete se aproveche para obtener muchos beneficios".

Además, sostuvo que "los beneficios van a ser muy amplios, dependiendo del tipo de intervención que se quiera llevar a cabo, aunque los primeros que se observan son sobre todo a nivel psicomotor, del equilibrio y la coordinación", pero también "hay mejoras respecto al aumento de la autoestima y la capacidad de autocontrol de las emociones".

Finalmente, destacó que en las intervenciones en casos de trastornos alimentarios, lo que se "intentaría hacer es una similitud entre la vida del caballo y las necesidades que el animal tiene para cubrir su supervivencia con lo que es la vida del paciente y las necesidades que éste tiene para cubrir también su supervivencia y en este sentido, se le intenta abrir los ojos al paciente para que se controle y se cuide".