SEVILLA, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de científicos del departamento de Edafología y Química Agrícola de la Universidad de Granada (UGR) aconsejan "aprovechar los residuos de la poda" para evitar la degradación del suelo olivarero y de la plantación de cubiertas vegetales.
Según indicó a Europa Press la Red Andaluza de Transferencia de Resultados de Investigación (Ratri), estos investigadores, que trabajan en el estudio edafológico de la comarca de Jaén desde 1996, han descubierto que los suelos de esta zona presentan "carencias" en materia orgánica --nitrógeno y fósforo--, deficiencias que, además de afectar a la producción, fomentan la erosión del suelo.
Así, el suelo olivarero de la comarca de Cazorla (Jaén) está cada vez "más erosionado", de modo que la falta de nutrientes, tan esenciales, como la materia orgánica, el nitrógeno o el fósforo es la principal causa de este problema que puede afectar, en un futuro, incluso a la producción.
Según explica una de las coordinadoras del estudio, Emilia Fernández Ondoño, la mayoría de las fincas olivareras tienden al cultivo en suelo limpio, una tendencia que favorece altamente la erosión, ya que ante lluvias o los efectos del viento no hay ningún protector que salve a los principales nutrientes del olivar, que también se pierden con la degradación.
Por eso, aconsejó la conservación de las hojas que caen bajo las copas de los árboles y el aprovechamiento de los residuos de la poda --tras triturarlos-- en las calles, puesto que la gran cantidad de materia orgánica que poseen estos residuos favorece la producción del olivo a la vez que protege el suelo.
En este sentido, la plantación de cubiertas vegetales es otra de las soluciones que propone esta investigadora, quien añadió que en la creación de esas cubiertas se suelen utilizar gramíneas que son más fáciles de manejar y desbrozar en periodos de sequía consiguiendo la protección deseada a la vez que se favorece la creación de un medio respetuoso con el medioambiente.
De esta forma, se promueve el desarrollo de nuevas plantas a las que se asocian el nacimiento de múltiples seres vivos, se logra un incremento de materia orgánica responsable de absorber el dióxido de carbono, que se envía a la atmósfera, por lo que se logra así contribuir a la reducción de emisiones de carbono, algo de vital importancia para que el planeta siga vivo en el futuro.
HERBICIDAS
El uso de herbicidas para eliminar las plantas que crecen en el olivar es otro de los aspectos que se han analizado en la investigación, de forma que el grupo considera que "siempre que se utilice correctamente y con el asesoramiento de un técnico, no tienen por qué conllevar problema alguno".
Por otro lado, según estos investigadores, para mejorar la calidad del producto es en la correcta recogida de la aceituna, con lo que el fruto debe recogerse directamente del árbol porque una vez que cae el suelo tiene una mayor acidez y además puede verse perjudicado por la presencia de herbicidas en el mismo. Para evitar la perdida de aceitunas provocada por la caída, la experta recomienda adelantar la recogida el tiempo necesario para obtener la calidad óptima de aceite de cada variedad cultivada.
En el estudio, que comenzó en el año 1996, ya se han analizado los suelos de la comarca de La Loma, el sector este de Sierra Morena y Sierra Mágina, todas en Jaén, encontrando también en estas zonas la misma falta de nutrientes que caracteriza a las fincas de Cazorla.
El próximo año pondrá en marcha un nuevo estudio basado en el análisis de los efectos de los herbicidas en el suelo y en los ríos y pantanos cercanos a las fincas olivareras. En esta ocasión, las fincas de Granada serán unas de las elegidas para llevar a cabo la fase de experimentación.
