Junta insiste en pedir a Estado que reparta los fondos en función de los atendidos frente a los evaluados

SEVILLA, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -

La consejera para la Igualdad y Bienestar Social en funciones de la Junta de Andalucía, Micaela Navarro, afirmó hoy que el Gobierno andaluz seguirá insistiendo en que el Ministerio de Sanidad y Política Social reparta los fondos de la Dependencia en función de las personas realmente atendidas por el sistema frente al criterio que atiende a las personas evaluadas y que rige en el actualidad.

En declaraciones a los periodistas previas a la inauguración del II Jornadas Andaluzas de la Dependencia, Navarro valoró la iniciativa del Gobierno, que, el pasado día 15 acordó cambiar el criterio que guía el reparto de los fondos de la dependencia, pasando de atender únicamente al denominado 'nivel acordado' --población dependiente, dispersión territorial o renta-- a tener en cuenta el número de personas evaluadas por el sistema a partir del 1 de abril en un 20 por ciento.

No obstante, defendió que lo "ideal" sería que en el reparto de fondos "cada vez pesara más" el número de personas atendidas por el sistema, es decir, las que reciben algún tipo de prestación prevista por la Ley de la Dependencia, ya que, de este modo, Andalucía pasaría de percibir un 19 por ciento del total --55,9 de los 283 millones de euros-- del presupuesto del Estado a "más del 30 por ciento".

En este sentido, la consejera indicó que cuenta con el compromiso del Ministerio de Sanidad y Políticas Sociales de dar en el futuro este "siguiente paso" e ir asentando y primando "progresivamente" el criterio de personas atendidas en el reparto de fondos. A fecha 1 de abril, en Andalucía hay más de 158.000 personas que tienen derecho a recibir alguna de las prestaciones incluidas en la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a la Dependencia.

Por otro lado, la titular del ramo de Igualdad destacó la importancia de garantizar la formación de los profesionales que trabajan en el sistema de la dependencia, especialmente de los cuidadores informales que cuidan al dependiente en su domicilio, con el doble objetivo de satisfacer las demandas de los mismos y asegurar la calidad de vida de todos los miembros de la familia.

En este sentido, alertó de que, en ocasiones, "llega el momento en el que el dependiente tiene más exigencias de las que el cuidador puede asumir", por lo que se hace necesario "formar e informar a los cuidadores de cómo afrontar esta situación y de los recursos que contempla el sistema para apoyarlos".

"El límite de la atención a domicilio está en el momento en que va en detrimento la calidad de la vida de las familias", afirmó, por lo que "retrasar el máximo el ingreso del dependiente en las residencias no puede convertirse en una dificultad añadida para el resto de la familia, porque, entonces, la Ley de la Dependencia pierde su razón de ser".

Así, insistió en la importancia de que el cuidador se "oxigene" y se "desligue" de la atención que presta al familiar dependiente para no comprometer su propia salud física y psíquica, para lo que el sistema de la dependencia ofrecer recursos de apoyo como residencias, unidades de estancia diurna o programas de respiro familiar.

La consejera para la Igualdad y el Bienestar Social en funciones inauguró hoy las II Jornadas Andaluzas sobre Dependencia, un foro organizado por la Fundación Gerón en la que participan alrededor de 30 especialistas y representantes de colectivos vinculados con la materia.

Así, y según informó la organización a Europa Press, el objetivo de las jornadas es el de valorar "en profundidad" cómo se están llevando a cabo los procedimientos relativos a la puesta en marcha de la Ley de Dependencia.

MUJER, CASADA Y DE ENTRE 45 Y 69 AÑOS

Este foro de profesionales y afectados ha suscitado un gran interés, recibiéndose más de un millar de peticiones de inscripción para un aforo en la Facultad de Comunicación de Sevilla para 460 personas.

Al hilo de ello, la organización aseguró que el tema "es de primer orden social, ya que, a pesar de la dureza y las dificultades que entraña cuidar a un dependiente, en la región andaluza los agentes de bienestar son en gran medida las familias", precisando que el perfil de la cuidadora es el de una mujer --84 por ciento--, casada, de entre 45 y 69 años.