Leopoldo Abadía: "La crisis económica es para mí una consecuencia de la crisis de decencia"

Actualizado: domingo, 18 noviembre 2012 12:19

"Sería una auténtica revolución civil que los 47 millones de españoles fuéramos 47 millones de personas con criterio", afirma


SEVILLA, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

Leopoldo Abadía (Zaragoza, 1933) ha presentado esta semana en Sevilla 'El economista esperanzado. Manual de urgencia para salir de la crisis', XXIV Premio Espasa, un libro en el que el escritor y economista nos pone al día de los últimos acontecimientos y nos alumbra, con una rayo de esperanza, el final de la crisis económica, que para él "es una consecuencia de la crisis de decencia".

"La crisis económica par mí es una consecuencia de la crisis de decencia", porque "aquí ha habido mucho sinvergüenza, en lo financiero, en lo político y en todo", afirma Abadía en una entrevista a Europa Press. Además, añade que esta gente "desmoraliza a la gente, y luego nos creemos que para triunfar hace falta ser sinvergüenza". "Una cosa es que me roben, que está mal, pero si encima hacen que mis hijos piensen que para triunfar en la vida hay que ser como ellos, sí que me están haciendo daño".

No obstante, "a mí me da la impresión de que estamos yendo en una buena dirección porque tengo la sensación de que estamos yendo hacia Europa", asegura el escritor y economista, quien explica que "hace 50 años pedimos la entada la adhesión al mercado común, y estamos yendo en una dirección que a mí me gusta, la de más Europa, de ahí viene mi esperanza".

Ante los efectos sociales que se están dando por los desahucios, Abadía ha dicho que "el tema de los suicidios es algo espantoso". Además, y sobre el real decreto aprobado por el Gobierno para frenar los desahucios de las personas más vulnerables, Abadía indica que le Ley hipotecaria es de 1909, "lógicamente hay que cambiarla, pero no me gusta que haya que cambiarla en una tarde", porque "al final se hacen unos parchecillos". Se trata de un tema "muy complicado que no se resuelve con tres o cuatro medidas tomadas urgentemente, sino que hay que estudiarlo muy a fondo, y escuchar a los bancos, a las personas afectadas y a otros muchos".

Acerca de la parte de responsabilidad que en todo esto tiene la sociedad civil, Leopoldo Abadía ha señalado que "la responsabilidad es 100% de las entidades financieras, y luego le he añadido otro 100% a los políticos". Pero, añade, "cuando digo que hay que tener criterio es porque es importante, ya que si yo firmo una hipoteca y tengo que enterarme de lo que firmo, y esto creo que hasta ahora no era así".

"HAY QUE COMPRAR LO QUE SE ENTIENDA DE MARAVILLA"

"Sería una auténtica revolución civil que los 47 millones de españoles fuéramos 47 millones de personas con criterio", porque "entonces cuando cualquier tontín nos dijera alguna tontería, pensaríamos que es una tontería". "Esto es formar a un país, porque si no suceden cosas horrorosas", destaca. "En las relaciones financieras hay que comprar lo que se entienda de maravilla".

En este sentido, Abadía explica que cuando salieron las participaciones preferentes compró un periódico económico en el que venía la definición de lo que son, con lo que tenía información privilegiada comprada por 1,80 euros, que era lo que le costó el periódico, y lo que vio "no le gustó nada". Y añade que "espera que estas cosas tan espantosas sirvan para que nos demos cuenta de que no te puedes creer ninguna cosa que te diga un señor, sino que hay que leer la letra pequeña y recurrir a alguien que te la traduzca".

Por último, Abadía ha señalado que la receta para superar la crisis "es no gastar más de lo que se ingresa". "Durante muchos años hemos estado apalancados. Éramos pobres, y cuando quería un coche iba al banco y me daban dinero; y luego, además, me apetecía un apartamento, iba otra vez al banco y también me lo compraba, y luego al final me hacían creerme que era rico. Pero en cuanto ese señor me ha quitado la palanca, me he quedado pobre y con deudas, porque nunca hemos sido ricos".

Y todo sobre todo, destaca el autor, "ser optimista". "No decir que aquí no pasa nada porque lo que pasa es muy grave, pero sí decir de aquí hay que salir como sea y luchar con uñas y dientes".