SEVILLA 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Archidiócesis de Sevilla está a la espera de que tanto la Consejería de Cultura, como la Gerencia municipal de Urbanismo, den su visto bueno al pliego de condiciones técnicas y administrativas que regulará el concurso mediante el que la institución ofertará las obras de restauración de las cubiertas de la iglesia gótico mudéjar de Santa Catalina, toda vez que la Archidiócesis se había quejado recientemente del "retraso" de la contratación a cuenta de la transferencia correspondiente a la Consejería de Cultura.
Fuentes de la Archidiócesis informaron a Europa Press de que a día de hoy, esta institución está a la espera de que la Gerencia de Urbanismo y la Delegación provincial de la Consejería de Cultura "informen positivamente" en cuanto a los términos del pliego de condiciones técnicas y administrativas redactado por la Archidiócesis para contratar estas obras, financiadas por 705.000 euros aportados por el Ayuntamiento capitalino y 403.650 euros comprometidos por el Gobierno andaluz.
De hecho, lo último que había trascendido al respecto era la "grave preocupación" de la Archidiócesis en cuanto al "retraso" que sufría la contratación de las obras, debido a la transferencia de 403.650 euros que la Delegación provincial de la Consejería de Cultura debía consumar con la institución para que el ente eclesiástico gozara de los 1,1 millones de euros que constituirán el presupuesto de licitación.
La Archidiócesis, cabe recordarlo, reclamaba esta transferencia para "poder planificar debidamente" el inicio de las obras, cuya licitación espera ahora que la Gerencia de Urbanismo y la Consejería de Cultura den luz verde al pliego de condiciones técnicas y administrativas que debe regular el concurso.
Fue el pasado 11 de diciembre de 2008 cuando todas las partes, Archidiócesis, Consejería de Cultura y Ayuntamiento hispalense, firmaron el acuerdo correspondiente a la restauración de las cubiertas de este monumento nacional gravemente deteriorado a consecuencia de los años, un acuerdo mediante el cual las administraciones públicas financiaban una intervención que debía licitar la Archidiócesis. La rehabilitación integral del edificio, no obstante, sigue a la espera de que se resuelva su financiación.