Actualizado: martes, 30 marzo 2010 13:04

La consejera reprocha a los que cuestionan las denuncias que hacen un "flaco favor a las miles de mujeres que sufren violencia"

SEVILLA, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -

La consejera para la Igualdad y el Bienestar Social de la Junta de Andalucía, Micaela Navarro, lamentó hoy que "sigue habiendo demasiado silencio por parte de las familias" ante la violencia de género y advirtió de que "son muchas las mujeres que sufren violencia en silencio sin ponerlo de manifiesto en su entorno aunque éste tenga serias sospechas de que así puede ser".

En una entrevista con Canal Sur Radio recogida por Europa Press, Navarro consideró que "cerramos los ojos demasiadas veces ante determinados detalles que pueden apuntar a una situación de violencia", aunque indicó que en el caso de Benahadux (Almería) parece ser que "ni siquiera su entorno era consciente de ello".

"No queremos preguntar ni ir más allá, no sé si porque nos ponemos como excusa el no interferir en la vida privada de otra persona o simplemente porque nos queremos ver que hay más allá, ya que eso significa implicarnos", manifestó.

Navarro coincidió con el delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, en que es necesario para combatir este fenómeno que se involucre "la familia y todo el entorno de la víctima, así como policías, fiscales y jueces", aunque reconoció que en el terreno profesional "se ha dado un salto importante, no sólo en la profesionalización, sino también en la sensibilización".

Pero, sobre todo, insistió en que es "imprescindible" que se siga concienciando al entorno familiar, que ha sido el que "históricamente no ha querido saber nada de los malos tratos o han aconsejado a la víctima que aguante su situación".

Reconoció que hubo un avance "importante" cuando la sociedad empezó a tomar partido públicamente por las mujeres maltratadas y se eliminó de nuestro lenguaje aquel dicho de "algo habrá hecho" la víctima, aunque lamentó que esta percepción "no se ha eliminado de forma tan rápida de nuestro inconsciente".

Por otro lado, señaló que también, en ocasiones, son las propias víctimas las que se ponen excusas y no se atreven a dar el paso por sus hijos o esperan a que sean mayores. En este sentido, incidió en que "no hay peor violencia que la que pueden ver esos hijos aunque no la sufran directamente".

Además, llamo la atención sobre el hecho de que los agresores saben que es "más difícil dar el paso cuando hay un hijo de por medio, de ahí que procuren tener muchos hijos". No obstante, reconoció que el perfil está cambiando porque ahora se rompe con esta situación "a edades cada vez más tempranas".

La consejera aconsejó que, cuando se perciban detalles que apunten a la violencia machista, aunque la persona afectada no quiera hablar de ello, es preciso que "note que estamos a estamos a su lado aún sin verbal izarlo, porque hay muchas formas de decirle a una mujer cuando detectas que algo pasa que tanto las instituciones públicas como cualquier otra persona que tiene conocimiento de su situación la apoya".

"MINIMIZAN EL RIESGO"

Además, la consejera advirtió que estas mujeres "minimizan el riesgo" porque creen que lo que escuchan a diario en los medios de comunicación "es algo que les sucede a otras mujeres pero no a ellas".

"Salvando las distancias ocurre como con las campañas que se emprenden para concienciar del peligro que supone conducir por encima de los niveles permitidos, que todo el mundo cree que controla su propio vehículo", ejemplificó.

Asimismo, dijo que hay muchas mujeres que creen que poner de manifiesto la violencia que sufren va agravara y afirmó que en la mayoría de los casos las víctimas evitan poner denuncias no porque sigan enamoradas de sus parejas, lo que consideró un "mito falso demasiado arraigado", sino por el "terror en el que viven".

Así, señaló que antes de producirse la violencia física, se ha producido violencia psicológica y una "anulación total" de la voluntad de la víctima "desde hace mucho tiempo" y cuando ella se da cuenta "ya está atada por un hilo invisible que se ha convertido en una gruesa cadena que le impide dar siquiera un sólo paso".

"Esa es la realidad de la violencia de género, que el agresor establece unas líneas perfectamente diseñadas a las que va respondiendo la mujer, y cuando no responde con esa intensidad, va aumentando también la intensidad de la violencia hasta llegar al asesinato", explicó.

Según dijo, la violencia machista, y de ahí Ley contra la Violencia de Género, tiene unas causas que "no tienen nada que ver con cualquier otro tipo de violencia que se pueda producir de forma espontánea, sino que solo se equipara en las consecuencias".

Por último, la titular de Igualdad recriminó que "flaco favor" hacen las voces que ponen en duda "permanentemente" y cuestionan las denuncias y la violencia a "las miles de mujeres que la sufren cada día".