El periodista Francisco Robles y el fotógrafo Antonio del Junco "rastrean" en un libro "la Sevilla idealizada"

El escritor asegura que la ciudad "siempre" ha tenido los gobernantes que "se ha merecido"

Europa Press Andalucía
Actualizado: lunes, 14 diciembre 2009 18:34

SEVILLA, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -

El periodista y escritor Francisco Robles y el fotógrafo Antonio del Junco "rastrean" la ciudad en el libro 'Sevilla, ciudad eterna', que cuenta con más de 500 imágenes, para hallar los lugares donde se conserva y permanece "la Sevilla idealizada y espiritual".

En una entrevista concedida a Europa Press, el columnista de ABC de Sevilla, señaló que han intentado "retratar y reflejar la ciudad a lo largo del tiempo y lo que ha permanecido de ésta durante su milenaria historia".

En este sentido, aclaró que "no sólo es un libro sobre el espacio físico de la ciudad, sino sobre las huellas que ha ido dejando el paso del tiempo". Al hilo de esto, aseguró que "ésta es una ciudad eterna en el sentido ideal, pues el ideal del sevillano es la eternidad".

Asimismo, apuntó que el sevillano está "transido de eternidad" y busca "lo permanente". Esto, según Robles, se debe "al sentido barroco del tiempo que tiene el sevillano, donde el tiempo es el gran destructor, por lo que busca aquello que permanece más allá del paso de éste".

El autor de 'Mester de progresía' e 'Hijos de la Logse', entre otros libro, puso el caso "paradigmático" de la Semana Santa como fiesta en la que "Sevilla se recrea en su pasado". Continuó explicando que "curiosamente la Semana Santa permanece viva porque ha ido cambiando y adaptándose a lo largo del tiempo, pero mantiene el espíritu".

Al hilo de esto, indicó que el sevillano ve en una cofradía "una recreación del siglo XIX y piensa que está en el barroco, ignorando todo lo que ha pasado antes".

Por otro lado, Robles señaló que Sevilla es una ciudad que ha estado sometida a un proceso de "cambio, destrucción o recreación, tomando el lado positivo o negativo del término, a lo largo de toda su historia". Por ello, afirmó que le ha interesado reflejar en las páginas de la publicación el proceso de recreación como el que se produjo alrededor de la exposición de 1929, donde la ciudad se reinventa y la gente que vino detrás tomó esos espacios como algo "clásico y que siempre estuvo ahí".

"LA EXPO DEL 92 NO ESTÁ INTEGRADA EN LA CIUDAD"

Por el contrario, manifestó que "la Exposición Universal de 1992 no ha cuajado aún, desconociendo si lo hará o no". En este sentido, precisó que mientras las señas de identidad del 29 son "más evidentes" en la ciudad, llegando incluso a formar parte de postales o de libros costumbristas tras su finalización, en los que aparecían en la Plaza de España, el Parque de María Luisa o la Plaza de América. "La Isla de la Cartuja no está integrada en la imagen de la ciudad", dijo.

Robles, que presenta hoy el libro en Sevilla junto con Del Junco, afirmó que la responsabilidad de los cambios de la ciudad es de los sevillanos y no de los gobernantes, pues Sevilla "siempre ha tenido los gobernantes que se ha merecido".

En la búsqueda de la cara "más estética y artística de la ciudad, tan verdadera como la ciudad degradada, que siempre ha existido y siempre ha convivido", aseguró. En este sentido, comentó a Europa Press que "en el barroco, en la posguerra y ahora también, se alternan barrios de chabolas o degradados con partes bellísimas".

El autor, junto con Antonio del Junco, de 'Sevilla, ciudad eterna', editado por Almuzara con el patrocinio de la Fundación Sánchez-Ramade', dijo que "el libro se explica perfectamente con las ilustraciones".

Por su parte, Del Junco declaró a Europa Press que su labor, desarrollada desde febrero hasta octubre de este 2009, fue encaminada a "ver una Sevilla original que saliera de los tópicos y de los estereotipos". Sin flash, ni trípode, marcaba, según el fotógrafo, "una impronta diferente".

LUZ Y COLORES DE SEVILLA

Las instantáneas nocturnas y diurnas sirvieron, según confesó, para sacar "las sombras y las luces de Sevilla", si bien el fin era "sacar la luz y los colores de Sevilla, algo olvidados en las postales".

En este sentido, Del Junco afirmó que los colores dominantes de la ciudad son el amarillo y el naranja, que ha querido potencia junto con los "azules de Murillo y de Velázquez, que tanto gustan a Robles", confesó.

"La mejor luz de Sevilla es la de otoño, principalmente, los días de sol cercanos al invierno", aseguró, precisando que entonces la ciudad se convierte en "íntima, espectácular, hogareña y sevillana".

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