SEVILLA, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, en el marco del Plan de Recuperación y Conservación de Aves Necrófagas, controla en la actualidad cinco ejemplares de alimoche equipados con un emisor satelital GPS que emite varias señales diarias de su posición, al objeto de estudiar sus movimientos y obtener información clave de cara a la gestión de esta especie.
Según los datos recabados por Europa Press, el seguimiento ha puesto de manifiesto que la evolución de los ejemplares, conforme se aproximan a la edad adulta, conlleva cambios en su comportamiento y en la fenología.
En Andalucía ya existía información previa de los movimientos de ejemplares adultos, ya que en el periodo 2000 a 2007 se realizó el seguimiento de tres alimoches adultos reproductores marcados con emisor convencional VHF. Por ello, se decidió dotar con emisores satélite a ejemplares juveniles e inmaduros a fin de conocer sus movimientos, las zonas más visitadas y los pasos previos a la ocupación de un territorio.
Así, los ejemplares más jóvenes realizan desplazamientos a lugares más alejados de su provincia natal, visitando y estableciéndose temporalmente tanto en zonas con abundante cabaña ganadera como en dormideros asociados a muladares.
Entre los desplazamientos registrados en su etapa preadulta destacan los realizados al centro y sur de Portugal, Extremadura, Castilla la Mancha y Murcia. Dentro de Andalucía, los ejemplares seguidos también se han desplazado por las campiñas de Huelva, Sevilla, Córdoba y Cádiz. Y a nivel de territorios, han visitado, pernoctado e incluso se han asentado temporalmente en varias localizaciones de Cádiz y Málaga, en su mayoría desocupados; conforme se acercan a la edad reproductora, la fecha de llegada a la península se produce antes y la permanencia en estas latitudes también va en aumento con la edad.
En cuanto a las migraciones, los seguimientos no han mostrado diferencias que relacionen edad y duración del viaje. Esto es debido, probablemente, a que los desplazamientos migratorios se ven afectados por múltiples variables como la meteorología, el cruce de zonas peligrosas, como el desierto del Sahara, o la propia condición física del ave.
Hasta la fecha se han obtenido ocho registros de migraciones prenupciales, que han tenido una media de duración de 19 días. La distancia que separa el área de invernada ubicada en el Sahel, entre el sur de Mauritania y Mali, del Estrecho de Gibraltar son 2.200 kilómetros. La migración postnupcial tuvo una media de duración de 15 días, basada en 14 registros.
