Sevilla.- Los 'ocupas' de 'Casas Viejas' alertan de un "pelotazo" urbanístico si son desalojados del recinto

Actualizado: viernes, 20 abril 2007 16:21

SEVILLA, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -

La asamblea de 'ocupas' de Sevilla, que domina el Centro Social Ocupado y Autogestionado (CSOA) 'Casas Viejas', advirtió hoy de que el desahucio del recinto en virtud de la sentencia emitida por el Juzgado de Primera Instancia número 24, que falla a favor de la Comunidad de Bienes Hermanos Bordas Marrodán como legítima propietaria de la finca, daría lugar a un "pelotazo" urbanístico dado el estratégico enclave de este edificio y la posibilidad de la que dispone esta sociedad para destinar a viviendas libres buena parte del suelo.

Uno de los portavoces de la asamblea de 'ocupas' de Sevilla, Iván, informó a Europa Press de que el colectivo de 'ocupas' debe celebrar aún una asamblea general para analizar el contenido de esta sentencia que reconoce la absoluta titularidad de la Comunidad de Bienes Hermanos Bordas Marrodán sobre todo el recinto del CSOA, ubicado en el número 12 de la calle Antonia Sáenz, y sobre la vivienda del número 23 de la calle Aniceto Sáenz, por lo que declinó pronunciarse al respecto.

No obstante, y dado el desahucio ordenado por el Juzgado de Primera Instancia número 24 de Sevilla en favor de la parte demandante, este portavoz del colectivo de 'ocupas' alertó de que el desalojo del CSOA y de la vivienda de la calle Aniceto Sáenz no hará otra cosa que propiciar un "pelotazo" urbanístico, pues todo este conjunto se ubica en el casco histórico de la ciudad conformando un preciado valor para el mercado inmobiliario.

Según recordó, aunque el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) recoge el uso dotacional para determinada parte de la finca que hoy ocupa el centro social 'Casas Viejas', la ya titular reconocida de la parcela goza de libertad para edificar viviendas libres en el resto de los terrenos, toda vez que la comisión ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento aprobó a finales del pasado mes de julio la concesión de una licencia de obra para construir un edificio de nueva planta sobre la vivienda de la calle Aniceto Sáenz.

La sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, ordena el desahucio de lo siete 'ocupas' que fueron demandados y "a los demás moradores y poseedores sin título o inciertos con apercibimiento de lanzamiento si no la desalojan dentro del término legal". De este modo, el texto estima probado que la demandante es la propietaria de todos los inmuebles citados y que "los demandados, así como personas no determinadas, están ocupando sin título alguno". Para ello se basa en una comparecencia realizada por ellos ante la Gerencia Municipal de Urbanismo el pasado 21 de marzo de 2006 en la que exponían "que ocupaban el referido inmueble y exigían ser tenidos en cuenta por parte del expediente de ruina".

EL CASO

La demanda fue formulada por la Comunidad de Bienes Hermanos Bordas Marrodán contra la ocupación de estos inmuebles de su propiedad. Fue el pasado 1 de marzo de 2006 cuando las fuerzas policiales intentaron desalojar la vivienda 'ocupada' de Aniceto Sáenz atendiendo a la denuncia presentada por los titulares de los suelos. No obstante, aquella madrugada un nutrido grupo de personas se concentró ante la fachada del inmueble impidiendo finalmente que el desalojo se llevase a cabo.

En el número 23 de la calle Aniceto Sáenz reside actualmente un grupo de 'ocupas', mientras que en el recinto anexo, el centro social 'Casas Viejas', este colectivo de jóvenes promueve actividades tales como conciertos, proyecciones audiovisuales y talleres; actividades que rechazan algunas organizaciones vecinales del barrio del Pumarejo, que han llegado a formular denuncias a consecuencia de las molestias derivadas de las celebraciones que se llevan a cabo en el interior del recinto.

No obstante, la asamblea que gestiona este recinto 'ocupado' defiende que el edificio y la vivienda cumplen una "función social" y que están plenamente integrados en la sociedad y el barrio del Pumarejo al ofrecer a la juventud un lugar de encuentro en el que desarrollar sus actividades. El centro social, de hecho, cuenta con el respaldo de los colectivos de la cercana casa palacio del Pumarejo, un antiguo caserío que goza de protección por su valor histórico y cuyas estancias se dedican a los usos asociativos y a la vivienda 'no especulativa'.