Las excavaciones revelan un "gran estanque circular" de 44 metros de diámetro procedente del antiguo asentamiento romano
SEVILLA, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
La sociedad estatal Aguas de las Cuencas de España (Acuaes), del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, ha reunido a la comisión de seguimiento de las obras de mejora del abastecimiento a los municipios del Consorcio del Plan Écija (Sevilla), acordando trasladar la conducción de agua potable en Marchena para proteger los restos arqueológicos hallados en las obras.
En la reunión han participado el director territorial de la zona 2 de Acuaes, Emilio del Pozo Mariño; el director de Infraestructuras de la sociedad, Juan José Gil Barco; y por parte del Consorcio, el director técnico, Leopoldo de Miguel Barrera; y el director de ARECIAR, Ignacio Freire Rodríguez.
En el encuentro se ha informado de la decisión que se ha adoptado para trasladar la tubería que está previsto instalar en el tramo La Luisiana-Fuentes de Andalucía-Marchena, con el objeto de proteger los restos arqueológicos localizados en la zona, en el yacimiento denominado "El lavadero", término municipal de Marchena.
Los restos, según informaba a Europa Press Pablo Garrido, uno de los arqueólogos de este proyecto de investigación, son "muros a nivel de cimentación de antiguos edificios romanos de uso doméstico o de algún otro tipo", en una zanja de más de 200 metros de longitud por dos de ancho, ubicada en una zona de cultivo que dista sólo unos 200 metros del casco urbano de Marchena.
ASENTAMIENTO ROMANO
Dichos restos corresponden a un asentamiento romano de una extensión notable con edificaciones de carácter esencialmente doméstico, con muros de sillarejo trabados con argamasa de gran calidad. Asociados a estos muros han aparecido restos de pavimentos de tierra batida, mortero de cal e incluso restos puntuales de mosaico en estado muy fragmentario.
Acompañan a estas viviendas, construcciones de ámbito público tales como calzadas, drenajes de calles y, sobre todo, un gran estanque circular, dotado de un revestimiento hidráulico impermeable denominado "opus signinum". Esta gran alberca, de 44 metros de diámetro y 1,20 metros de profundidad, pudo servir para captar y almacenar el agua de un manantial.
Los restos están datados, en su mayoría, entre finales del siglo I antes de Cristo y el siglo II después de Cristo, aunque existen indicios de ocupación hasta al menos el siglo V d.C. La única estructura posterior a esa fecha es un acueducto datado entre los siglos XVI y XVIII, construido con atanores forrados por una fábrica de mortero de cal y piedra, del cual se han documentado unos 40 metros de recorrido. También se ha localizado un enterramiento, que contiene restos óseos humanos, aún en estudio.
En general, las obras marchan a buen ritmo, presentando los tramos "Marchena-Montepalacio-Arahal" y "Montepalacio-Morón de la Frontera" un adelanto del diez por ciento sobre el plazo previsto. De esta forma, se han ejecutado un total de 35 kilómetros de los 97 previstos, lo que representa el 36 por ciento de la tubería, y se ha hormigonado el 25 por ciento de los depósitos de Paradas, Arahal y Puebla de Cazalla.
