SEVILLA, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
El catedrático Jean Monet de Estructura Económica de la Universidad Autónoma de Madrid, Ramón Tamames, subrayó hoy la "difícil" situación por la que atraviesa la agricultura, agravada por la "clara discriminación" que está sufriendo ante la crisis, ya que "no faltan ayudas para las entidades financieras o la automoción, mientras se olvida este sector".
Durante su intervención en la jornada 'La agricultura española ante los retos futuros', organizado por el Instituto de Cuestiones Agrarias y Medioambientales (ICAM) y Syngenta, Tamames indicó que el sector agrario se encuentra inmerso en una situación "difícil" al estar "falto de diagnóstico y de medios" y aseguró que el sector "no puede rendirse al desencanto, porque tiene fuerza y capacidad".
En este marco, planteó la necesidad de realizar una "refundación con nuevas bases" de la Política Agraria Común (PAC) para conseguir una agricultura "más moderna" y que recupere en la Comunidad Europea su "importancia para los europeos y para la economía mundial". "Si no hay protesta, no hay atención al sector", matizó Tamames, que advirtió de la pérdida de 124.000 empleos al quedar "muchas tierras ociosas".
Tamames calificó la PAC como una "eutanasia lenta" e insistió en que ya se ha empezado a terminar con las cosechas más importantes, como el azúcar, el algodón, el tabaco o la leche, algo que lleva al "pesimismo en el entorno". Además, añadió que el sector se enfrenta a una serie de amenazas, entre las que destacó el cambio climático, con caídas de la producción, descenso de la capacidad hídrica y desertización.
Asimismo, el catedrático aseguró que las "guerras" comerciales entre las grandes distribuidoras inciden "aún más" en la situación agrícola, ante lo que vio la necesidad de realizar una política compensadora y apoyar una mayor colaboración entre los agricultores "frente al poderío y la concentración de las organizaciones comerciales".
NUEVOS FONDOS
Por su parte, el director del Departamento Internacional de Asaja, Ignacio López, apuntó a la existencia de una crisis en la Unión Europea de "liderazgo y legitimidad, más allá de la financiera" e instó a la agricultura a que "se quite los complejos y elimine los mitos, porque la PAC tiene que servir para llevar a cabo una verdadera política común".
Insistió en la necesidad de responder a las "críticas" en cuanto al "despilfarro" de las ayudas en materia agrícola, recordando que estos incentivos suponen el 0,4 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) europeo y "detrás están 15 millones de agricultores y alimentación para 500 millones de personas. Además, López pidió "nuevos fondos" para hacer frente a la ampliación de compromisos europeos e instó a actuar para eliminar el "diferencial de precios" entre el producto en origen y lo que paga el consumidos.
López apostó por la sostenibilidad agrícola, ligada a la rentabilidad de las explotaciones, la competitividad y la estabilidad, y apuntó al agua y a la biotecnología como las dos herramientas "claves" para el futuro del sector.
En la misma línea, se mostró el administrador de Estudios Parlamentarios del Parlamento Europeo, Albert Massot, quien pidió definir las políticas complementarias a nivel interno, ya que "las políticas comunitarias tienen que apuntalar las iniciativas nacionales". Igualmente, instó a no mezclar la crisis actual con las actuaciones estratégicas a medio y largo plazo que "hay que realizar en torno a la PAC" y vio un "escenario muy complicado" una vez que estas políticas finalicen en 2013.
TRANSGÉNICOS Y BIOCOMBUSTIBLES
El catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Politécnica de Madrid, Francisco García Olmedo, marcó como retos del sector una producción mayor por hectárea y "más limpia" y advirtió de que la puesta en marcha de nuevos alimentos "no supone una prioridad". En este sentido, apostó por los transgénicos como el método "más eficaz" ante el déficit de determinados alimentos.
García Olmedo calificó como "absolutamente disparatada" la política de la Unión Europea en materia de biocombustibles, ya que "espera que en dos años se utilicen unos bioalcoholes de segunda generación, que aún no están inventados. "La única fuente de biocombustibles rentable es la caña de azúcar de Brasil y el balance entre la energía que gasta para ser producida y la que genera es justa", afirmó el catedrático, quien añadió que el balance económico "sólo sale con subvenciones".
