SEVILLA, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Teatro Central de La Cartuja de Sevilla acoge los días 13, 14 y 15 de diciembre, a las 21,00 horas, el estreno oficial de 'Rey Lear', la nueva producción de Atalaya.
La compañía de teatro ha detallado en una nota de prensa que el espectáculo se preestrenó en verano en los festivales de Olmedo y Niebla, citas tras las cuales ha sido catalogada por la crítica como "el espectáculo más potente y emotivo de cuantos ha llevado a escena Atalaya en sus 35 años".
Con un texto y montaje "de gran nivel", su director, Ricardo Iniesta, ha afirmado que "es como subir al Everest". "Son impresionantes las interpretaciones de los nueve actores que, salvo la protagonista, duplican, triplican e incluso cuadruplican personajes", ha reseñado.
Así pues, 'Rey Lear' se estrena en un año especial en el que se conmemoran los 35 del grupo y los diez desde que recibiera el Premio Nacional de Teatro. Representa la segunda adaptación y puesta en escena sobre textos de Shakespeare y aborda el que "muchos estudiosos" consideran "el más logrado de todos ellos", lo que para Atalaya "equivaldría a decir de todo el teatro universal".
La compañía ha apuntado que esta obra estuvo durante siglos "semiprocrita", por su crítica contra los poderosos. "Estamos ante el Shakespeare con mayor madurez, pero también con mayor sensibilidad social y humanismo, de una tremenda modernidad", ha profundizado la dirección de la empresa, que ha añadido respecto a esta creación del dramaturgo inglés que "podría parecer que sus palabras fueran escritas por un filósofo revolucionario contemporáneo", aunque su forma "es de tal belleza poética, que se sitúa en otra dimensión que el resto del teatro universal".
La actriz Carmen Gallardo, a quien se conoce por sus recreaciones de otros personajes, especialmente de Celestina y Madrecoraje, toma el testigo de Nuria Espert y Glenda Jackson, actrices que han encarnado recientemente a Lear, para componer "con una estremecedora sensibilidad y fiereza a la vez" al Rey Lear, uno de los personajes con mayor riqueza de matices de la historia del teatro.
"Despotismo, infamia, arrogancia y ceguera van dejando paso a lo largo de la obra a patetismo, grotesco, autodestrucción, pasando por el desprendimiento y la fraternidad, y finalizando en la heroicidad, la autenticidad, la dignidad, la ternura y, en medio de todo ello, la locura", ha resumido Atalaya respecto a este papel, para concluir que "ningún otro personaje de la historia atraviesa semejante recorrido, secundado por otros protagonistas de la obra".
Atalaya aborda esta joya tras el "éxito" que supuso Ricardo III, uno de sus espectáculos más premiado y sobre el que, según ha asegurado, incluso para expertos en Shakespeare "parecía haber sido producido en Inglaterra", por su tono interpretativo y por sus atmósferas.
En este sentido, ha enfatizado que su interpretación coral "ha ido ganando en importancia en los montajes", que los nueve actores están presentes en escena a lo largo de todo el espectáculo interpretando a los nueve personajes principales, secundarios y coros de soldados y desharrapados y que los actores también modifican ante el público el espacio escénico en múltiples ocasiones, apoyándose en una trepidante coreografía y en más de una decena de cánticos.
LA OBRA
Rey Lear, con sus "intimaciones apocalípticas", empezó a tolerarse entre el público y a configurarse críticamente justo después de la II Guerra Mundial, tras el exterminio judío y la destrucción de Europa.
Atalaya ha precisado que a medida que han pasado los siglos y se ha ido agravando el desahucio del hombre, esta obra ha sabido acoger en su lectura, "como ninguna otra tragedia" y gracias sobre todo al tercer acto, las vivencias más extremas que la sociedad ha ido experimentando. "Estamos ante un texto universal en el tiempo y en el espacio", ha resumido.
Ha hecho hincapié en que Shakespeare amplía y "transforma la trama", infundiéndole una visión personal ya que, paralelamente a la propia historia de Lear, plasma la de Gloucester y sus hijos, dando como resultado "una experiencia extrema de dolor, locura y destrucción expresada crudamente y sin reservas".
La obra representa una travesía sobre la emoción y el sentimiento humano pero con "una denuncia muy fuerte hacia los potentados y una toma de partido en favor de los desheredados". Los grandes temas que subyacen en la obra son naturaleza, locura, caos y ambición.
