SEVILLA, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales ha informado que son 74 las personas que a finales de 2013 estaban en lista de espera para recibir un implante coclear en Andalucía, con una demora media de 165 días, y el Hospital San Cecilio de Granada a la cabeza, con un total de 43 pacientes. A éste le siguen el Hospital Virgen Macarena de Sevilla con 27 y el Hospital Virgen de la Victoria de Málaga con cuatro.
Así se desprende de una respuesta escrita dada por el departamento que dirige María José Sánchez Rubio, publicada en el Boletín Oficial del Parlamento de Andalucía (BOPA) y recogida por Europa Press, a la pregunta formulada por las diputadas populares María Teresa Ruiz-Sillero y Ana María Corredera relativa a andaluces a la espera de recibir este tipo de implante.
Además, ambas diputadas también ha preguntado cuántos de esos andaluces son menores de 14 años y menores de cinco años. En este sentido, Salud ha especificado que los menores de cinco son nueve, con una demora media de 60 días. En cuanto a los pacientes de entre cinco y 14, había tres en lista de espera para recibir un implante, con una demora media de 93 días.
El implante coclear es un dispositivo electrónico que transforma los sonidos en energía eléctrica generando una sensación auditiva en el individuo con sordera severa o profunda. El abordaje se lleva a cabo, mediante una intervención quirúrgica en la que se introducen en la coclea (una estructura situada en el oído interno y que contiene al órgano del sentido de la audición) unos electrodos que estimulan las zonas que en condiciones normales recibirían los sonidos de distintas frecuencias.
El paciente es dado de alta a las 48 horas de la intervención y a los 12 días se lleva a cabo la retirada de los puntos. Al mes de la intervención se programa el dispositivo a través de un software al objeto de valorar y modular, en su caso, el confort del sonido en las distintas frecuencias. Tras ello se inicia la rehabilitación logopédica para que el paciente se habitúe al sonido y desarrolle el lenguaje.
Esta técnica es de gran importancia especialmente en el caso de los menores ya que se evitan los problemas del desarrollo del lenguaje y cognitivos que se producirían en una sordera profunda.
