SEVILLA 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
José Manuel F.R., el hombre encarcelado como presunto autor de la muerte de un ciudadano boliviano que fue hallado en el mes de agosto de 2014 en el interior de un armario de una vivienda del número 10 de la calle Feria de la capital hispalense, ha aceptado este lunes una condena de 24 años y tres meses de cárcel.
El abogado que representa al acusado, Alejandro Bancalero, ha informado a Europa Press de que el juicio se iba a celebrar este mismo lunes en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla, pero finalmente el letrado ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía por el que su patrocinado ha aceptado una condena de 24 años y tres meses de prisión.
Así, su cliente ha aceptado esta condena de cárcel por delitos de homicidio, dos de robo con violencia y detención ilegal, estafa, lesiones, hurto, falsedad en uso y una falta de estafa, "rebajándose ostensiblemente" la petición inicial del Ministerio Público, que había solicitado para el imputado más de 37 años de cárcel por los delitos reseñados.
El imputado confesó los hechos ante la Policía Nacional y también frente al juez de Instrucción número 4, a quienes relató que acabó con la vida de la víctima "en defensa propia" durante una discusión entre ambos, tras lo que escondió el cadáver y decidió vender algunas de sus pertenencias para obtener dinero, ya que confesó ser "ludópata", por lo que colgó un anuncio en Internet y contactó con varias personas, entre ellas con el joven al que agredió y que hizo que se destapara el crimen.
Según relata el Ministerio Público en su escrito de acusación, la víctima y su asesino habían quedado para "mantener un encuentro de tipo sexual".
De este modo, el acusado llegó a la vivienda sobre las 20,00 horas del 23 de agosto de 2014, y dos horas después se inició "una violenta discusión" con la víctima, "que estaba completamente desnuda". Así, y "en el transcurso de la disputa, el acusado le golpeó violentamente en la cabeza" y, al ser de mayor envergadura que el fallecido, pudo "con un cable eléctrico de los que llevan las planchas" rodearle el cuello y, "apretando con gran violencia", lo asfixió.
El acusado "ató las muñecas con una bufanda y un jersey y envolvió el cuerpo en una manta" y luego "lo introdujo en un saco de dormir", metiendo el cadáver en un armario cuya puerta cerró con cinta aislante, tras lo que registró todas las pertenencias del fallecido y "permaneció descansando en la vivienda".
LOS HECHOS
Seguidamente, el acusado no huyó sino que permaneció en la casa y desde allí comenzó a vender a través de varias redes sociales en internet las pertenencias del fallecido, en concreto un teléfono móvil Iphone 5, un portátil, un televisor y una bicicleta, llegando a ofrecer en alquiler la vivienda de la víctima a través de la página web Mil Anuncios.
Fue así como quedó con varias personas, de manera que el día 27 de agosto sobre las 18,30 horas quedó con un chico y el primo de este para venderle dos Iphone. Tras recibir a estas personas en el portal, el comprador subió a la vivienda con él "para completar la transacción".
Una vez allí, el procesado cogió una botella con la que golpeó en la cabeza a la víctima cuando ésta estaba de espaldas, comenzando entonces un forcejeo, pero como el acusado era más corpulento, "logró colocarlo a la fuerza sobre la cama y comenzó a maniatarle" y se apoderó de los 405 euros que llevaba.
Su primo, alertado por los gritos, "estaba intentando abrir la puerta del portal, al tiempo que pedía ayuda a los vecinos, que llamaron a la Policía". El acusado decidió entonces huir, "descolgándose por la ventana del dormitorio", pero fue detenido.