La Universidad Loyola Andalucía presenta en Sevilla el 'Decálogo Ético de Empresas para Directivos'

Presentación del Decálogo ética de empresas para directivos
EUROPA PRESS/UNIVERSIDAD LOYOLA ANDALUCÍA
Europa Press Andalucía
Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 22:17

SEVILLA 19 Nov. (EUROPA PRESS) -

"Si el capital se vuelve impaciente, el directivo se vuelve indecente. La desigualdad y la corrupción se han situado entre nosotros y forman parte de nuestro paisaje, la crisis nos ha instalado en el cortoplacismo y ha hecho que nos olvidemos de las personas y de los valores", ha afirmado de forma rotunda Juan José Almagro, uno de los autores del "Decálogo Ético de Empresas para Directivos', que se ha presentado en el Campus de Sevilla de la Universidad Loyola Andalucía en el marco del programa 'Líderes para el Mundo', que se desarrolla como formación transversal para todos los alumnos que están cursando un máster en Loyola Andalucía.

En un comunicado, la Universidad indica que Almagro ha lamentado que la responsabilidad social (RS) hoy no sea una prioridad para las empresas, y ha asegurado que la RS es una forma de concebir la función social de la empresa en la nueva sociedad, que debe llevar a que las personas vuelvan a ser el centro de las organizaciones, y a que se recuperen formas de conducta como la "competencia, la prudencia, la reputación, el sentido de la responsabilidad, la cultura del esfuerzo, la transparencia, la austeridad y el espíritu de servicio".

El decálogo es un compendio de propuestas que pretenden contribuir a la formación de las organizaciones responsables, comprometidas, transparentes y solidarias que la sociedad actual demanda, "porque está necesitada de buenos ciudadanos y de dirigentes honestos y competentes".

EL DECÁLOGO

La publicación señala, entre la decena de principios, que "si legítimamente aspiras a desempeñar una función directiva, sea la que fuere, hazlo con integridad desde una responsabilidad que debes asumir voluntariamente y solo si atesoras la necesaria capacidad para desarrollarla; esfuérzate por respetarte y respeta sin exclusiones a los demás, singularmente a los 'stakeholders' de tu organización y a las personas que de ti dependan, procura estar siempre bien informado y aprende a comunicar, es decir, a involucrar a todos en el proyecto común; fórmate y aprende sin excusas cada día, y ayuda a implantar en tu organización procesos innovadores y de aprendizaje y capacitación colectivos. La educación es un proceso que nunca se agota ni puede convertirse en un privilegio".

Además, llama a practicar la delegación, "siempre necesaria", es decir, "dale a cada persona la oportunidad de hacer las cosas que sabe y tiene que hacer, y para las que esté preparada. Si no lo estuviese, pero confías en su capacidad profesional, promueve su formación. En las organizaciones es imprescindible democratizar el conocimiento".

El Decálogo también recoge "trabajar para hacer más productiva y eficiente a tu organización creando estructuras ágiles y bien definidas, adecuando las ya existentes y situando a cada persona en el lugar que, sin favorecer a nadie, por su talento y méritos le corresponda; promover y ayudar en la implantación de políticas de conciliación e igualdad. No basta con el mero cumplimiento de las leyes; o "un comportamiento ejemplar para crean y confíen en ti".

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