La UPO constata en un estudio que el deporte es un "factor protector" a nivel físico y psicológico en el confinamiento

Imagen de una deportista federada practicando deporte en su domicilio por el confinamiento.
Imagen de una deportista federada practicando deporte en su domicilio por el confinamiento. - UPO
Publicado: martes, 22 junio 2021 13:50

La Universidad lidera una investigación internacional en deportistas federados, de alto nivel u olímpicos

SEVILLA, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -

El factor protector de la práctica deportiva, a nivel psicológico y físico, es uno de los hallazgos más relevantes de una investigación internacional liderada por la Universidad Pablo de Olavide (UPO) sobre la situación vivida por parte de deportistas federados, de alto nivel u olímpicos, durante el período de confinamiento y estado de alarma en España en la primavera de 2020.

Los resultados han sido publicados en varias revistas, entre ellas 'Frontier Psychology' y la Revista Andaluza de Antropología, detalla la UPO en una nota de prensa.

El trabajo comenzó en marzo de 2020 con el objetivo de conocer el estado emocional, las conductas adaptativas y los recursos de afrontamiento de los remeros de la selección española, a los que pronto se unieron los nadadores de la federación española. Se encuestó a un total de 1.248 deportistas en una situación inédita en la historia moderna que obligó a quienes practican deporte de alto rendimiento a permanecer confinados en sus hogares durante casi dos meses, con la suspensión de todos los entrenamientos y pruebas deportivas, las grandes ligas y los campeonatos.

"Observamos cómo chicos y chicas tuvieron necesidades psicológicas diferentes, y requirieron, en muchos casos, de búsqueda de apoyo psicológico. Comprobamos que siguieron entrenando con el mismo compromiso y esfuerzo, como si estuvieran preparando competiciones, en un momento donde todas habían sido canceladas y pronto lo serían los Juegos Olímpicos de Tokio", ha afirmado José Carlos Jaenes, investigador principal del estudio y profesor de la UPO.

Esta investigación también mostró que recibir entrenamiento, apoyo
y completar rutinas de entrenamiento frecuentes parecen ser herramientas valiosas para prevenir o reducir algunos de los efectos dañinos del aislamiento en el bienestar emocional de los atletas. "Los entrenamientos eran guiados por sus entrenadores y, algunas federaciones como la de remo, hicieron que sus deportistas dispusieran de ergómetros, pesas, gomas y todo el material básico para que pudieran seguir entrenando en azoteas, en sus habitaciones "o como en algún caso de alguna gimnasta muy joven en el cuarto de la ropa, la plancha", ha explicado el investigador de la UPO.

Jaenes ha destacado la creatividad de los profesionales para mantener activos y motivados a sus deportistas, diseñando coreografías montadas por internet para nadadoras de sincronizada o competiciones virtuales, todo para que los deportistas se pudieran mantener sanos y listos para la competición.

Así, el confinamiento vivido en la primavera de 2020 "no tiene parangón como experiencia social, también para el mundo del deporte, especialmente para el deporte de alto nivel y olímpico". En este contexto, los deportistas entrevistados han afirmado cómo la práctica deportiva "ha aliviado los síntomas de estrés, las reacciones depresivas y ansiógenas que han padecido. Se trata de una lección de futuro para
que se entienda la importancia de llevar una vida físicamente activa, además de confirmar aquello que a menudo bulle en el imaginario colectivo: que los deportistas están hechos de una madera especial",
ha asegurado Jaenes.

"Analizados los datos, queda patente el compromiso de nuestros deportistas con sus metas deportivas y su responsabilidad al respetar las indicaciones de confinamiento. Mantenerse entrenando sin la certeza de un calendario de competiciones no es tarea fácil", ha añadido el investigador.

Junto al entrenamiento diario, el contacto directo con los entrenadores y aprender a usar las redes sociales de forma adecuada, así como saber filtrar las noticias, a veces, muy dispares que se sucedían en el día, han sido "factores protectores" de reacciones emocionales negativas como la ansiedad, la depresión, el enfado o la ira.

Leer más acerca de: