UPO.- Maruja Torres señala que "muchos empresarios periodísticos se han entregado a bancos y gobiernos"

Maruja Torres, en los cursos de verano de la UPO
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 8 julio 2015 18:23

CARMONA (SEVILLA), 8 Jul. (EUROPA PRESS) -

"Los poderes establecidos --políticos y económicos-- controlan, directa o indirectamente, los medios de comunicación tradicionales coartando el libre ejercicio de la profesión periodística de los profesionales que trabajan en ellos", ha señalado de manera rotunda la veterana periodista y escritora Maruja Torres, al afirmar que "en general, en los medios tradicionales se está por la labor de no incomodar a quienes les financian o enjugan sus deudas, con todo lo que ello supone".

En este sentido, Torres ha establecido un paralelismo entre la dictadura franquista de los años 60, cuando inició su carrera periodística, y los actuales mercados, a los que califica como "gran enemigo para el periodismo y para la vida, porque no somos sino el reflejo de la sociedad".

Maruja Torres ha realizado estas declaraciones en el marco del curso de verano de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) 'Cómo ser periodista y no morir en el intento. ¿Qué salidas tienen los profesionales del periodismo?', que se viene desarrollando desde este pasado lunes bajo la dirección de Rafael Rodríguez, presidente de la Asociación de la Prensa de Sevilla (APS), y que se clausura este miércoles en la sede de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona (Sevilla).

La periodista catalana, que ha pronunciado una conferencia titulada 'Una visión libre del presente y futuro de los periodistas y del periodismo', ha manifestado que la doble misión del periodismo es "contar lo que ocurre contextualizándolo y servir de reflejo de la sociedad a la que se dirige, todo ello incomodando al poder".

No obstante, ha asegurado que esto sólo se da "en casos aislados, sobre todo en medios digitales que, al tiempo que pobres, están más libres de cargas económicas", al margen de periodistas aislados "que cumplen con su misión contra viento y marea". Por lo demás, considera que en la mayoría de los medios de comunicación tradicionales "se está por la labor de no incomodar a quienes les financian o enjugan sus deudas, con todo lo que ello supone".

Además, "se da una fuerte tendencia a convertir el medio en un espectáculo fácilmente deglutible y olvidable". A juicio de Torres, que desempeñó su labor como corresponsal de guerra en varios conflictos, el problema surge cuando los medios "estiraron más el brazo que la manga" y llegaron a la crisis económica y al cambio de paradigma tecnológico "con el agua al cuello".

Así, muchos empresarios de la comunicación "se entusiasmaron con el casino financiero, compraron televisiones y emisoras de radio que no debían y mataron a la gallina de los huevos de oro. Luego se entregaron, maniatados y a menudo gustosísimos, a bancos y gobiernos, a fondos buitre y a capitalistas extranjeros. Y eso conduce a que no se informe de muchas tropelías, o se informe poco y mal", ha explicado.

En esta línea, ve difícil que se pueda acabar con el control que ejercen estos poderes sobre los medios, aunque sí "llegará el día en que no les quedarán lectores, televidentes o escuchantes, como ya está ocurriendo".

Sobre la responsabilidad que tienen los propios periodistas en esta situación, dice no ser partidaria de "fustigarse", pero "antes que mentir o tragar, es mejor aprender otro oficio", porque "venderse por cinco mil euros al mes me parece asqueroso, pero que te paguen mil euros y te den un contrato de mierda y encima bajes la cabeza, eso me parece igual de vergonzoso", critica.

Ganadora de los premios Planeta y Nadal, Maruja Torres recuerda que a su regreso de Beirut, donde vivió cinco años por su cuenta "porque a nadie en el diario donde trabajaba le importaba lo que yo pudiera aportar", lo que más le sorprendió fue que nadie se plantara "ante la caradura de los políticos. Mansos se han vuelto éstos", pensó, si bien añade que los medios digitales "están metiendo mucha caña ahora, por suerte".

Finalmente, cree que el periodismo actual "ha perdido ritmo", aunque hay periodistas que están "muy concienciados" individualmente. "El problema es dónde publican y cómo los tratan. No hay un solo techo oprimiéndoles, hay muchos, como en la sociedad. Y hay que romperlos todos". Por este motivo, y a pesar de la situación descrita, Maruja Torres tiene clara cuál es la opción que les queda a los periodistas: "mantener el oficio y la esperanza", concluye.

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