CARMONA (SEVILLA), 20 Jul. (EUROPA PRESS) -
La actriz y profesora de teatro musical Isabel Ramírez ha declarado, en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) en Carmona (Sevilla), que para ser un actor completo "es necesario tener una formación integral, no sólo a nivel de interpretación, sino también en cuanto al movimiento dentro del escenario, el canto o la música".
Ramírez ha realizado estas declaraciones en el marco de la ponencia 'Iniciación al teatro musical' que ha impartido dentro del curso 'El actor y la actriz completos (danza, música y teatro)'.
La profesora apuesta por el actor completo que sea capaz de realizar "maravillosas improvisaciones" o tener multitud de registros de disciplinas muy diversas. "Estar en contacto con su cuerpo, tener habilidades de baile, que pueda hacer un número musical, que cante y tenga sentido del ritmo, sentido espacial en el escenario, sensibilidad para entender el público" son las características fundamentales para esta experta.
Sobre el teatro musical, Ramírez lo define como un género muy amplio y que abarca "desde el teatro más comercial hasta el más contestatario de todos". "El teatro musical es aquel que combina un libreto con texto hablado, una historia que contar y escenas al mismo tiempo cantadas o bailadas como el caso de los cabarets", ha defendido la actriz.
El teatro musical lo sitúa históricamente en los albores del siglo XX en "la calle 54 de New York, cuando los europeos que se fueron allí con una mano delante y otra detrás a principios de siglo, grandes compositores, gente que venía del vodevil europeo", crearon lo que se conoce como teatro musical actual.
Ramírez ha asegurado que el teatro, para que sea bueno, "te tiene que mover y transmitirte, te tiene que incomodar incluso, tiene que emocionarte, tienes que salir del teatro y sentir que te ha pasado algo: enrabietado, llorando o feliz, pero te tiene que mover, te tiene que haber planteado dudas y haberte abierto otras puertas".
La actriz ha afirmado que "lo que nunca se puede hacer con el teatro es intentar tratar al público como imbéciles. La gente es más lista de lo que creemos. Con mi compañía 'Los niños perdidos' hemos realizado obras en pueblos donde había personas que jamás habían visto un teatro; la gente después hablaba contigo y entendían cosas muy profundas que habían entendido gracias a que para el ser humano la música, el movimiento y todas las formas de expresión sencillas, lo más primitivo al fin y al cabo, eran la forma más eficaz de transmitir ideas, y eso es teatro", ha concluido Ramírez.
