La víctima del crimen de Los Pajaritos murió de una puñalada en el muslo que le seccionó la femoral

Actualizado: sábado, 5 noviembre 2011 12:38

SEVILLA, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -

El hombre de 56 años de edad que falleció el pasado mes de agosto después de ser agredido con un arma blanca en una vivienda de la barriada de Los Pajaritos de la capital hispalense murió a consecuencia de una puñalada recibida en el muslo izquierdo que le seccionó la femoral, según el informe del médico forense elevado al Juzgado de Instrucción número 12 de Sevilla.

De este modo, fuentes del caso han informado a Europa Press de que, en este informe, el médico forense pone de manifiesto que la víctima recibió una herida inciso-punzante en la cara interna del muslo izquierdo que le seccionó la vena femoral, provocando un shock hipovolémico secundario que, finalmente, le produjo la muerte, en unos hechos por los que hay dos personas en prisión.

En este sentido, las mismas fuentes consultadas han señalado que, en el mismo informe, el médico forense apunta que la víctima presentaba dos heridas de defensa en la mano izquierda, aunque eran superficiales, por lo que, finalmente, la herida que le provocó la muerte fue la recibida en el muslo izquierdo.

El pasado mes de septiembre, una vecina del bloque de Los Pajaritos donde tuvieron lugar los hechos aseguró a la juez instructora que, el día del crimen, vio bajar por las escaleras a uno de los dos detenidos por el crimen portando una navaja en las manos, aunque señaló que no le vio sangre en el cuerpo ni en la ropa.

DECLARACIONES DE TESTIGOS

Según el acta de su declaración, a la que ha tenido acceso Europa Press, esta testigo explicó que el pasado día 27 de agosto se encontraba junto a otra vecina en el bloque, en el número 8 de la calle Golondrina, y "escuchó gritos de al menos dos hombres, aunque no fue capaz de reconocer las voces de cada uno", añadiendo que, en ese instante, "se preocupó de su madre, que estaba sola".

Tras ello, según añadió, salió al rellano y observó cómo Carlos C.M., de 53 años de edad y detenido como presunto encubridor y propietario del domicilio donde ocurrió la reyerta, "gritaba 'no pasa nada, no pasa nada', en tanto cerraba una navaja" con una empuñadura curva, situación que le llevó a introducirse nuevamente en la vivienda donde se encontraba previamente.

Pasados unos instantes, subió al piso de su madre y observó a Carlos C.M. cerrando la puerta de enfrente "de un empujón", añadiendo no obstante que "no vio nada extraño en el tramo de la escalera", donde "no había restos de sangre". Además, precisó que, en el momento en que Carlos C.M. estaba entrando en la vivienda, "había un cuerpo humano en el suelo, aunque no sabe si vivo o muerto".

NO HABÍA SANGRE EN LAS ESCALERAS

Aseveró que, a su parecer, fue en esa vivienda donde hubo "gritos de pelea", al tiempo que subrayó que Carlos C.M. "iba vestido igual cuando bajaba las escaleras cerrando la navaja que cuando volvió a la vivienda con la persona tumbada en el suelo". Por último, señaló que fue ella misma quien llamó a la Policía, una llamada tras la que el imputado antes referido "volvió a salir del piso pidiendo ayuda".

Una segunda testigo explicó que Antonio C.V., de 46 años y arrestado como presunto autor material de la agresión con arma blanca, tenía un juego de llaves de su piso, lugar en el que, "por lo visto, y según el Grupo de Homicidios, se cambió de ropa" después del crimen, aunque ella "no observó nada raro hasta las 3,00 horas, que pudo entrar en la casa".

LA DECLARACIÓN DE LOS IMPUTADOS

Durante su declaración ante la juez, y según ya indicaron a Europa Press fuentes del caso, el presunto autor de los hechos, que cuenta con numerosos antecedentes penales y que recibió el alta médica después de ser ingresado en el Hospital Virgen del Rocío tras ser herido durante el incidente, no reconoció los hechos y señaló que "no sabe" cómo ocurrió todo, fruto de su estado de "drogadicción".

Por su parte, el segundo de los imputados relató que los hechos ocurrieron el sábado día 27 de agosto, cuando la víctima mortal se encontraba junto a los dos detenidos en casa de uno de ellos, fumando y consumiendo sustancias estupefacientes, cuando, en un momento de "tensión", el propietario del piso, Carlos C.M., bajó a comprar una cerveza para suavizar la situación y al subir vio tanto al presunto autor del crimen como a la víctima discutiendo por causas que se desconocen hasta el momento.

De este modo, este imputado afirmó "no haber visto el momento del apuñalamiento", sino solo que ambos estaban discutiendo, motivo por el que los "echó de su casa" y el presunto autor material del apuñalamiento salió corriendo por las escaleras para "esconderse" en una vivienda próxima al domicilio. Además, declaró que en el momento que vio a la víctima mortal con la herida de arma blanca avisó a un vecino de la planta de abajo para que avisara a la Policía.