Zapatero pide "sentido de Estado" con el Gobierno porque el objetivo no es derrotar al PP sino la crisis

Actualizado: viernes, 3 febrero 2012 21:37

Recuerda su apoyo a quienes "de una manera u otra" buscaron el fin de ETA y espera que España recupere "ideales colectivos"

SEVILLA, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, ha pedido al PSOE que tenga responsabilidad, colaboración y "sentido de Estado" con el actual Gobierno porque su objetivo no es "derrotar al PP sino la crisis económica y ver cómo se crea empleo" y por coherencia con lo que ellos tantas veces pidieron al PP cuando gobernaban.

En su último discurso como secretario general del PSOE, para presentar ante el 38 Congreso el informe gestión de su Ejecutiva, Zapatero ha reconocido que ya no le correspondía a él marcar el tono de la oposición pero ha subrayado que España vive un momento de "profunda preocupación social" y que el PSOE debe demostrar su "capacidad histórica" de hacerse cargo de los principales problemas de España.

Zapatero ha dedicado buena parte de su discurso, de más de una hora, a hacer un balance de los 11 años y medio que ha liderado el PSOE --dejando para el final la parte más personal-- y a una reflexión que ha considerado necesaria en "momentos difíciles". Empezando la autocrítica por las derrotas electorales, ha reconocido que también la de las municipales se debió a "la situación del país y lógicamente de quien gestionaba y se responsabilizaba de la situación del país".

Con todo, se ha mostrado convencido de que sin la crisis financiera de 2008 España no habría tenido una "crisis económica tan dura" y sin la crisis de la deuda griega "seguramente" no habría tenido que adoptar las medidas de recorte que tuvo que tomar en mayo de 2010, medidas que ha vuelto a justificar porque salvaron a España de ser intervenida.

Sin embargo, ha reconocido que al margen de esos acontecimientos internacionales la economía española ya tenía debilidades y también el hecho de haber tardado demasiado en admitir que había crisis. Pero, como en otras ocasiones, se ha justificado en que se le exigía algo "que casi nadie fue capaz de hacer, vaticinar una de las crisis más dura desde la gran depresión". "Pero como fue verdad lo he reconocido no tengo ningún pro lema solemnizarlo ante vosotros", ha rematado.

Zapatero ha justificado estos últimos meses apuntando que ya cuando fue elegido, en el 35 Congreso, dejó claro que pondría los intereses del país por encima de los del partido y ha defendido que sus prioridades fueron siempre evitar el "colapso" financiero y, además, mantener la cohesión social.

SU GOBIERNO TUVO UN CAMPO DE JUEGO HOSTIL

Todo ello, ha remachado, en un "campo de juego" hostil, con una "oposición sin concesiones, una minoría parlamentaria y una Europa lenta que no fue capaz de resolver a la primera la crisis griega y por ir con paños calientes permitió que se produjeran otras crisis de deuda soberana". Hubo errores, ha reconocido, pero entre ellos no estuvo el de la "improvisación", sino que se dio respuesta en cada momento de las circunstancias y manteniendo la cohesión social.

En ese contexto, ha concluido que a lo que los ciudadanos dieron la espalda en las urnas fue a la "capacidad" del Gobierno socialista para "combatir la crisis" y optaron por el PP para ver si "podría afrontar ese combate", "cambiando el gobierno para intentar cambiar la realidad" porque así "es como funciona la democracia".

Para Zapatero, de esta crisis los países occidentales deben aprender la lección de que tendrán que esforzarse por competir con los emergentes, la UE la de que tiene que hacer una "apuesta de mayor unidad y proyecto político" y España que no podrá salir de la crisis con el mismo sistema económico.

Pero además, ha advertido de que España necesita "recuperar ideales colectivos" como los tuvo en la transición a la democracia porque ahora los españoles son capaces de "discutir por casi todo", hasta por el Quijote. En ese punto, ha relatado una conversación con el expresidente Felipe González el día en que todos los exjefes del Ejecutivo, salvo Adolfo Suárez, acudieron a la entrega del Toison de Oro a Nicolas Sarkozy. González, según ha dicho, le preguntó si esa unidad de todos hubiera sido posible en torno a un homenajeado de la política nacional.

HA RECIBIDO ATAQUES "HASTA EN LA CEJA"

A juicio de Zapatero, ese ideal colectivo debería estar en torno a la cultura española, un "objetivo que puede ser compartido con todos", a pesar de que él ha recibido ataques "hasta en la ceja", ha bromeado, por haber apoyado a este sector.

El expresidente ha hecho un repaso de sus logros, especialmente en materia de derechos civiles y sociales, ha considerado cumplidos los compromisos que adoptó en ese sentido cuando fue elegido líder del PSOE en el 2000. Incluso ha recordado a los suyos que entonces se pronunció a favor de la limitación de mandatos y dijo que predicaría con el ejemplo, de modo que no tenía por qué haber sorprendido tanto su paso atrás en 2011.

SATISFACCIÓN POR EL FIN DE ETA

Y ha tenido también palabras de reconocimiento especial para los socialistas vascos en el momento de decir, aunque fuese "en voz baja", que los socialistas tienen que sentirse "satisfechos" porque "es muy probable que nunca más vuelva a haber una muerte a manos de ETA". Zapatero ha tenido un recuerdo para Isaías Carrasco, exconcejal del PSOE asesinado por la banda en la campaña electoral de 2008 y ha afirmado que "lo más gratificante ha sido ver a los compañeros y compañeras de Euskadi aguantar, no descansar, no dejar de soñar, por alcanzar el fin de la violencia".

Como presidente del Gobierno, ha subrayado que apoyó a "todos los que han trabajado en esta tarea, de manera permanente, a los que de una u otra manera han buscado la paz". "Por la convivencia en Euskadi, por su futuro, por eso que tanto hemos sentido tan de cerca, por eso por lo que hemos dejado tanto en el camino, compañeros de Euskadi mi reconocimiento, mi gratitud para siempre", ha rematado.

¿CRISIS DE LA SOCIALDEMOCRACIA?

Zapatero ha tenido palabras además para quienes hablan de crisis de la socialdemocracia, no siempre con buenas intenciones, proclamando que los valores socialdemócratas no están en crisis, sino que se extienden por el mundo -ha puesto como ejemplo las revoluciones árabes-- y que lo que sí tiene que hacer el PSOE es una "adecuada comprensión" de los cambios tecnológicos y económicos, para interiorizarlos y "liderarlos".

En estos 11 años, considera que ha defendido "con vigor", incluso dejándose "algún jirón", la "autonomía plena" del PSOE y de su proyecto político ante cualquier interés. Igualdad de género, matrimonio homosexual, ley de la dependencia, apoyo a la investigación avanzada son algunos de los compromisos que ve cumplidos, y también el haber dirigido el partido con "dialogo y tolerancia".

Zapatero ha recordado cómo él proclamó que "nadie sobra" en el partido pero también ha agradecido la "enorme lealtad" que él ha recibido, "seguramente el caudal más grande de apoyo" que ha tenido un líder del PSOE. "Qué bien se trabaja así", ha dicho agradecido, en un tono que ha impregnado la mayor parte de su discurso.