Actualizado 25/01/2012 15:13

Junta analiza el etiquetado y la seguridad de las bombillas de bajo consumo en Andalucía

Verifica que se informa sobre el gasto energético que conllevan y que son resistentes a la humedad y al calor, entre otras cuestiones

SEVILLA, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Dirección General de Consumo de la Consejería de Salud está realizando una campaña de inspección para controlar el mercado de las bombillas de bajo consumo, de forma que los inspectores de las ocho provincias andaluzas van a desarrollar, al menos, 125 actuaciones en establecimientos para comprobar el etiquetado y la seguridad de estos productos.

Según indica la Junta en una nota, para constatar la seguridad de las bombillas se tomarán muestras que serán remitidas a un laboratorio acreditado en el que se comprobará que el producto tiene protegido el acceso a los filamentos eléctricos para evitar descargas.

Además, se medirá la potencia e intensidad de las bombillas para precisar que son las correctas y se probará igualmente su resistencia a la humedad y al calor para determinar que es la adecuada. Las muestras se tomarán mayoritariamente en establecimientos de precio reducido y se enviarán al Centro de Investigación y Control de la Calidad, ubicado en Madrid.

En cuanto al etiquetado, los inspectores de Consumo velarán especialmente porque la etiqueta informe sobre el gasto energético de la lámpara y su ciclo de vida medio.

Además, comprobarán que la etiqueta es fácilmente legible y que la información que contiene está en castellano, como es preceptivo. Además, debe identificarse a la empresa responsable del producto y el lugar de origen del producto o su importador para productos de fuera de la Unión Europea. El embalaje de las bombillas debe contener, asimismo, el marcado de seguridad CE y el símbolo que indica la recogida selectiva de aparatos eléctricos y electrónicos.

La Junta ha recordado que el incumplimiento de alguno de estos aspectos puede conllevar sanciones que oscilan entre los 200 y los 5.000 euros.

Asimismo, como norma general, la Dirección General de Consumo recomienda adquirir productos con etiquetado ya que estos ofrecen mayores garantías.