GRANADA 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las playas granadinas han captado en los últimos cuatro años casi cinco millones de euros en ayudas de la Junta de Andalucía que se destinaron esencialmente a proyectos de balizamiento, accesibilidad y limpieza, generando una inversión global de 7,5 millones de euros, según ha informado a Europa Press el delegado provincial de Turismo, Alejandro Zubeldia.
Las ayudas para este año están pendientes de que los ayuntamientos remitan los proyectos con la descripción de sus necesidades una vez celebradas las elecciones autonómicas, aunque se prevé un descenso en la aportación debido a la contención del gasto que están aplicando las distintas administraciones y que ya se dejó notar en 2011.
De hecho, este asunto fue objeto de polémica el pasado año ya que municipios costeros como Motril o Salobreña no pudieron contar con las ayudas de la Junta y el Gobierno hasta después de la Semana Santa, a pesar de que es en estas fechas cuando comienzan a llegar los primeros turistas en busca de sol y playa. Por ello, algunos municipios tuvieron que recurrir a fondos propios para realizar los primeros arreglos.
Los chiringuitos de la costa también están calentando motores para el inicio de la temporada con el arreglo de instalaciones y la petición de las autorizaciones que les permiten instalar sus distintas infraestructuras en la playa. La intención de la Junta es que los 57 establecimientos tengan renovados sus permisos para Semana Santa.
Desde el Gobierno andaluz se muestran convencidos de que el turismo es una de las principales bazas de desarrollo económico del litoral granadino, con casi 80 kilómetros de costa bañada por el Mar Mediterráneo, y ha animado a los municipios a apostar por ello a través de proyectos que lo fomenten.
Para Zubeldia, también es importante que, ante el "complicado momento" económico que atraviesa el país, el sector privado se anime a impulsar iniciativas que no sólo atraigan a nuevos turistas sino que también aprovechen la existencia de una gran cantidad de personas que tienen en la costa su segunda residencia y que podrían ser una clientela estable de estos servicios.