El catedrático en Comercialización e Investigación de Mercados por la Universidad de Jaén, Manuel Parras, en los cursos de la UNIA en Baeza. - EUROPA PRESS
BAEZA (JAÉN), 19 (EUROPA PRESS)
El catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados de la Universidad de Jaén (UJA) Manuel Parras ha reivindicado este jueves en Baeza (Jaén) un mayor "compromiso" por parte del cliente en la compra de alimentos, pues "estamos muy comprometidos" en la adquisición de otro tipo de productos y "no en lo que comemos".
Parras es presidente del Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) 'Aceite de Jaén' y presidente del Consejo Económico y Social de la provincia de Jaén. Durante esta semana se encuentra participando como ponente en el curso 'Cadena alimentaria y norma de calidad. Dos importantes retos del sector oleícola en 2021' que la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) celebra en su sede jienense Antonio Machado de Baeza.
En declaraciones para Europa Press, el autor de un extenso número de monografías y artículos sobre marketing de aceites de oliva, algunos de ellos premiados a nivel nacional, ha indicado que "hay que llamar la atención de los consumidores", ya que "lo que estos hacen en el supermercado tiene su repercusión en el campo".
En este sentido, el catedrático ha afirmado que "hay que incluir a los consumidores en el proceso legislativo". En concreto, sobre el Real Decreto Ley 5/2020 en materia de agricultura y alimentación, una norma "aún no aprobada y que se supone que se iba a aprobar en agosto", el experto ha señalado que "es necesaria", pues la vigente data del año 1983.
Asimismo, Parras ha puesto en valor la distinción que realiza esta norma entre aceite de oliva y de orujo, pero, no obstante, ha indicado que esta debería "diferenciar" el envase de los aceites de oliva virgen extra del resto, algo que se establecía en el penúltimo borrador, que prohibía la comercialización de estos en plástico, pero que la nueva actualización de febrero de este año ha eliminado.
"El Ministerio reconoce que hace falta hacer algo con los vírgenes extra, pero no llega al extremo de prohibir su comercialización en plástico", según ha explicado y que según ha dicho permitiría al consumidor "indicarle que ese producto tiene más valor", además de reducir el consumo de este material.
"La idea es que el envase sea un indicador de calidad", ha añadido el catedrático, puesto que "lo que menos satisface a los consumidores" en este sentido es "el precio, el envase de plástico y el etiquetado".
Al hilo de esta idea, Parras ha reconocido el efecto positivo que tiene en el sector que algunos colectivos, "de gente joven y no urbana en su mayoría", comiencen a preocuparse "cada vez más sobre quién hace lo que comemos y cómo lo hace", teniendo en cuenta que "a veces se comete la barbaridad de informarse más para la compra de un reloj que para la de un alimento".
"Que la gente tenga inquietud y pase de la pasividad a la actividad favorece al sector" ha admitido el ponente. Además, "cada día hay más movimientos que parten desde los propios consumidores para crear una marca y pagar un salario justo a los agricultores", ha añadido.
Finalmente, respecto a los agricultores, Parras ha asegurado que en "muchos casos pierden dinero", pero continúan con el trabajo gracias a las ayudas que reciben. No obstante, "este sector en su fase agraria pierde", pues se trata de una cadena "muy volátil" en la que "no se construye valor, sino que en algunos casos se destruye", ha concluido.