ZARAGOZA, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza coordina un proyecto de investigación para la detección precoz del autismo, que se lleva a cabo desde el pasado mes de mayo entre los niños de 2 y 3 años, que acuden a los centros de salud del Sector Sanitario Zaragoza II, el que depende de este hospital. En total, son unos 6.000 niños.
Este trabajo se centra un cuestionario que deben responder los padres de los menores, denominado MCHAT, que ya se utiliza en Estados Unidos, donde gracias a él se detecta el autismo al año y medio de edad y que con esta investigación se validará para España.
El grupo que coordina la investigación evalúa el cuestionario en los casos que despierta sospechas, también informa al pediatra y a la familia, con quienes se entrevista para clarificar o matizar algunas de las respuestas. Con este paso intermedio se quiere reducir los falsos positivos iniciales y así preservar a la familia de preocupaciones innecesarias.
Una vez validado, este cuestionario se extenderá al resto de Aragón. Además, los datos que se recaben permitirán realizar estudios epidemiológicos, biomédicos y/o genéticos. El jefe del Servicio de Neurofisiología del Hospital Universitario Miguel Servet, José Ramón Valdizán, explicó que actualmente se desconoce la incidencia y prevalencia del autismo en España en datos numéricos, ya que no existen estudios poblacionales, aunque la prevalencia se estima que es de un caso por casa 700 niños. Además, con frecuencia el diagnóstico no se realiza hasta dos o tres años después de aparecer las primeras señales de alarma.
Desde que se puso en marcha este estudio en Aragón, en mayo, el facultativo ha recibido ya a siete niños con trastornos del espectro autista y otros niños con trastornos del lenguaje ya que han comprobado que el cuestionario sirve también para detectar estos últimos casos, diferentes al autismo "y más frecuentes".
José Ramón Valdizán se refirió a la importancia de "la intervención temprana" porque "presenta una mayor eficacia". El especialista indicó que los estudios más recientes apuntan a que el autismo puede empezar a detectarse con cierta seguridad a los 2 años, momento en el que ya "hay una red sanitaria y docente preparada para desarrollar la atención y rehabilitación de estos niños".
El proyecto de investigación cuenta con la aprobación del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud y ha sido concedido por la Fundación La Caixa. En él participan también el Hospital del Mar de Barcelona y la Fundación de Autismo Mas Casadevall.
Uno de los responsables de la Fundación Mas Casadevall, José Luis Bruned, explicó que el diagnóstico de esta enfermedad "se realiza tarde y mal" y por eso apoyan este proyecto de investigación ya que cuanto antes se hace el diagnóstico "mejora mucha la posibilidad de tratamiento".
Por su parte, el responsable de Neuropediatría del Hospital del Mar, José Antonio Muñoz, centro que también va a aplicar el cuestionario MCHAT, indicó que están desarrollando otro test que se incorporará al programa y que permitirá detectar la enfermedad entre los seis meses y el año de edad, porque "a partir de los seis meses el individuo empieza a interaccionar socialmente".
RESIDENCIA Y CENTRO DE DÍA
José Luis Bruned explicó que la Fundación Mas Casadevall posee una finca de 14 hectáreas de cultivos y 4 de bosques en la que viven 28 personas autistas y otras 8 acuden allí como centro de día. En él trabajan en una granja, en una zona de huertas, en un taller de cerámica y en un restaurante, donde los propios autistas atienden a los clientes. Además, acuden al mercado de Bañolas a vender los productos que cultiva y los animales que crían, como pollos de granja.
El miembro de la Fundación señaló que sus próximos proyectos son crear un centro de diagnóstico "a partir de proyecto de investigación que coordina el Hospital Miguel Servet" y un centro infantil de tratamiento del autismo.
EL AUTISMO
El autismo fue identificado por primera vez en 1943 por el psiquiatra austriaco Leo Kanner. Posteriormente, Eisemberg y Kanner en 1956 determinaron las dos características más representativas de autismo, la extrema soledad (aislamiento social) y el deseo obsesivo de invarianza del entorno.
Unos años más tarde, Rutter (1978) añadió a las dos anteriores, las alteraciones del lenguaje y de la comunicación, y la condición de que la sintomatología aparezca antes de los 36 meses de edad. Sesenta años más tarde, la descripción que hizo Kanner todavía continúa vigente y el autismo se diagnostica teniendo en cuenta esos tres grandes núcleos.
Los primeros signos visibles aparecen en el primer o segundo año de vida, aunque es posible que puedan observarse después de meses e incluso años de desarrollo normal. La distribución por género es de cuatro hombres por cada mujer en el trastorno autista.
Actualmente, existen múltiples evidencias de la implicación de factores genético-biológicos en la patogénesis del trastorno autista, por lo que la investigación actual del autismo se orienta hacia la búsqueda de factores neurobiológicos.
Destacan la creación de consorcios y alianzas para realizar estudios de marcadores genéticos, que ya han producido algunos descubrimientos que apuntan a la existencia de varios genes implicados en el desarrollo del autismo. La situación de la investigación del autismo en España, puede calificarse de escasa repercusión científica.
