ZARAGOZA 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

Ibercaja y la Universidad de Zaragoza han presentado hoy en la capital aragonesa un proyecto que está desarrollando el Hospital Clínico universitario 'Lozano Blesa' y el Instituto de Nanociencia de Aragón (INA) de la Universidad para contribuir a la mejora del tratamiento contra el cáncer.

El equipo que está formado por médicos, físicos, químicos, ingenieros y bioquímicos ha logrado introducir nanopartículas (imanes) en células dendríticas, que son las encargadas de detectar los elementos extraños en algunas partes del organismo, procesar lo detectado y emigrarlo a otros órganos de respuesta inmune.

Estas células no funcionan bien cuando están en un tumor porque éste bloquea su maduración y no consiguen emigrar a otras partes del cuerpo, además el tumor las usa en provecho propio.

Si las células dendríticas se quedan por tanto en el tumor y antes se les ha introducido las nanopartículas magnéticas, mostrarán cuando al paciente se le haga un escáner de resonancia magnética, dónde se encuentran esas células que ha retenido el tumor, y se podrá comenzar antes el tratamiento anticancerígeno.

El catedrático de la Universidad de Zaragoza y responsable del proyecto en el servicio de Oncología del Hospital Clínico universitario 'Lozano Blesa', Alejandro Tres, informó de que "en estos momentos, el experimento sólo se ha probado 'in vitro' y el siguiente paso será introducir las células con los imanes en ratones. El último paso es la prueba en humanos y para llegue este momento todavía han de pasar algunos años".

Tres, explicó que otra de las investigaciones que podrían continuar a este ensayo consistiría en usar células dendríticas vírgenes con antígeno tumoral además de con imanes para que una vez encontrado el tumor o la metástasis se pueda erradicar tras la liberación de fármacos, o bien, utilizar campos magnéticos y el aumento de la temperatura para hacer vibrar a las nanopartículas y destruir al tumor.

El trabajo que ha realizado el equipo se publicará en breve, el texto ya está acabado y ahora sólo queda editarlo y publicarlo. No es el único estudio en este ámbito que se está realizando, en otros países como en Alemania trabajan en estas investigaciones en las que se usan nanopartículas magnéticas, no obstante, el único equipo que ha usado células dendríticas es el de Zaragoza.

El director del INA de la Universidad de Zaragoza, Ricardo Ibarra, señaló que "el instituto es el encargo de liderar todos las investigaciones en Nanología de España y aseguró estar orgulloso del logro".

El proyecto presentado ha tardado un año en comprobarse y se estima que si en un futuro se probase en humanos, las sesiones en campos externos magnéticos podrían durar alrededor de 15 minutos.

"Hasta ahora lo que hemos conseguido es saber que las células dendríticas captan las nanopartículas que se le introducen y no se mueren, y ahora falta detectarlas de forma externa en un campo magnético", sintetizó el investigador Tres.

NANOIMANES PARA COMBATIR EL CÁNCER

A partir de estos estudios, un paciente con tumor cancerígeno podrá recibir un nuevo tratamiento. Así, se le inyectarán minúsculos imanes que se camuflan como si fueran glóbulos rojos para engañar al sistema inmunológico. Además la superficie de estos imanes contienen moléculas específicas que tienen afinidad con las células tumorales.

Como el tamaño es el de 50 millonésimas partes de un milímetro podrán atravesar las paredes de los vasos capilares y llegarán a cualquier órgano interno, fijándose en aquellos que estuvieran comprometidos con células tumorales.

Una vez fijadas en las superficies de las células malignas, la simple aplicación de un campo magnético externo oscilante por la técnica denominada Hipertemia Magnética elevará, en algunos grados la temperatura de estas partículas y de las células adheridas, matándolas y dejando intacto el tejido normal circundante.

En este trabajo de la Universidad de Zaragoza se aprovecha el rol de la célula dendrítica como material que se incorpora la tejido vascular que los tumores generan a gran velocidad para alimentarse del flujo sanguíneo del organismo.

Recientemente, se ha conseguido tener éxito al cargar células dendríticas con nanopartículas magnéticas de óxidos de hierro, de tamaños entre 10 y 100 namómetros.

De este modo, se pueden cultivar células dendríticas extraídas de un paciente para tornarlas magnéticas (cargarlas con nanopartículas). Así cuando se inyectan nuevamente en el torrente sanguíneo del propio paciente se dirigirán a las regiones tumorales para formar parte de su vasculatura, una vez allí, se elevará la temperatura de las nanopartículas dentro del tumor y se provocará la muerte del tejido maligno. Actualmente, existe una docena de ensayos clínicos en Europa y Estados Unidos, que se han realizado entre 10 a 50 pacientes.

Además, este plan de investigación está íntimamente relacionado al desarrollo de nuevos nanomateriales de aplicación biomédica. El diseño de nuevos materiales y nueva instrumentación, así como la exploración de condiciones clínicas de aplicación para terapias oncológicas abrirán, asimismo, la posibilidad de fabricación de nuevos materiales de aplicación farmacológica, y los correspondientes equipamientos de uso clínico.

De esta manera, el empleo de nanopartículas magnéticas puede ser susceptible de generar patentes y de ser explotado comercialmente al ser un campo de reciente desarrollo y que se encuentra en expansión.

Por otro lado, el estudio de la aportación de las células dentríticas a la vasculogénesis del tumor puede suponer describir un nuevo mecanismo de vascularización tumoral, un sistema imprescindible para el crecimiento y la dispersión del cáncer.

El potencial tecnológico de este proyecto puede ser evaluado a partir de la situación y la demanda actuales del mercado español para productos y procesos relacionados al tratamiento del cáncer. Las estadísticas sobre el impacto del cáncer cifran en aproximadamente 155.000 los nuevos casos y 80.000 las defunciones anuales ocasionadas por esta enfermedad en España, situándola como uno de los más serios problemas de salud publica en la actualidad.

APOYO DE IBERCAJA

La entidad Ibercaja ha colaborado económicamente en el proyecto de investigación. El director adjunto de la entidad, Fernando Galdámez, resaltó la importancia de invertir en Investigación y Desarrollo (I+D) ya que "se prevé que la renta per cápita de España baje a pesar de que hay un crecimiento del 4 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), la inflación es moderara y hay trabajo, pero España es un país que no desarrolla los productos que aportan conocimiento, y eso no hace mejorar la productividad y competitividad el país".

"Los inmigrantes --continuó Galdámez-- que llegan al país están ocupando puestos de trabajo de poco valor y eso producirá dos niveles, el de las personas que estarán instalados y que aprovecharán la bajada de la renta per cápita, y el de las personas que no estarán instalados. Desde Ibercaja tratamos de contribuir al progreso real y apostar por un futuro de calidad para todos los ciudadanos".

Por su parte el rector de la Universidad de Zaragoza, Felipe Pétriz, agradeció a Ibercaja la renovación del acuerdo de financiación para este tipo de proyectos y declaró que este proyecto "va a ser muy importante para el futuro".

"Además, este proyecto, se beneficiará en sus avances médicos del microscopio Titán que llegó hace poco al INA. Redundará en la mejora de la seguridad y calidad de vida individual y colectiva, a través de los aspectos relacionados con la aplicación de terapias de medicina", añadió Pétriz.