ZARAGOZA 17 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los investigadores aragoneses dispondrán a lo largo de año 2010 de la primera infraestructura de computación Grid con recursos de cálculo y de almacenamiento casi ilimitados y unas nuevas prácticas y pautas de trabajo.

El tejido científico podrá disponer de un superordenador, constituido por miles de unidades separadas físicamente, gracias al servicio AraGrid, que ultima el Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos (BIFI) de la Universidad de Zaragoza.

Según informó el secretario científico del BIFI, Alfonso Tarancón, en declaraciones a Europa Press, a lo largo del 2010 se desplegará AraGrid, la primera infraestructura cien por cien autonómica, que unirá Zaragoza (BIFI y Facultad de Ciencias), Huesca (Escuela Politécnica Superior de Huesca) y Teruel (Escuela Universitaria Politécnica de Teruel) con estas nuevas tecnologías, eliminando las distancias y constituyendo un único ordenador, aunque físicamente distribuido en cuatro partes.

Esta infraestructura estará dedicada principalmente a los investigadores aragoneses, pero formará parte de las redes nacionales y europeas. Con alrededor de 3.000 cores de cálculo, la infraestructura de AraGrid se conformará como un servicio de computación Grid pionero en Aragón.

REGISTRO ÚNICO

Según señaló Tarancón, en los últimos años se ha extendido la idea de que "no tiene mucho sentido mantener los recursos informáticos dispersos por el mundo ya que en todas las ciudades hay recursos importantes que se utilizaban de forma individualizada y ahora pueden unirse de forma que se reciban como un registro único, aunque estén separados".

Con las tecnologías Grid se pretende construir un gran tejido mundial, donde todos estos ordenadores estén unidos y sean vistos desde fuera por los investigadores y usuarios como un único superordenador. Esta coordinación es posible gracias al 'middleware', que es la pieza fundamental del software que permite a cada uno de los diferentes servicios intercomunicarse y proporcionar un funcionamiento orquestado a toda la infraestructura.

Tarancón sostuvo que las tecnologías Grid están en alza a nivel mundial y, en concreto, en Europa, donde a través de los diferentes programas de investigación --Programa Marco, INTERREG-- se financian numerosos proyectos dedicados a la mejora y asentamiento de dicha tecnología.

Aragón se encuentra bien situado en todas estas tecnologías. De hecho, el BIFI es uno de los miembros activos de la National Grid Initiative (NIG), una red nacional que está dirigida por el CSIC, con un consejo rector, en el que además del CSIC participan el CESGA de Galicia, el CIEMAT, el IFAE (Barcelona), RedIRIS, la UAB, la UPV y el BIFI, a través de Alfonso Tarancón.

"CAMBIO RADICAL"

Además España es uno de los países más avanzados en este tipo de redes, dentro de las redes europeas de GRID. Y es que los conceptos asociados al Grid y la computación distribuida supondrán un cambio radical en el modo de trabajar no sólo de los investigadores sino también de las empresas e incluso de los usuarios domésticos en sus casas.

Asimismo, la velocidad de las comunicaciones de computación será, en breve, mucho más rápida. De este modo, problemas que antes necesitaban de largos tiempos de espera, se podrán resolver en un periodo mucho más corto. También cantidades ingentes de información, que ahora apenas pueden manejarse viajaran por la red y podrán ser tratadas y procesadas en tiempo récord.

Por ejemplo, todo el proceso relativo a las imágenes médicas procedentes de radiografías o resonancias magnéticas, o su almacenamiento, tratamiento y el diagnóstico automático por ordenador será uno de los grandes beneficiarios de estos avances.

Las tecnologías de Cloud Computing también registrarán un avance importante en el campo empresarial, que podrá incluso ahorrar costes. De hecho, cuando necesite ampliar sus recursos informáticos no tendrá que adquirirlos sino contratar estos servicios a un proveedor de recursos externos.

Dentro del ámbito empresarial, el BIFI lidera el proyecto PireGrid, una colaboración entre Aragón y el sur de Francia, para lograr acercar a las empresas a estas nuevas tecnologías de computación distribuida.