ZARAGOZA 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos (BIFI), de la Universidad de Zaragoza ha entrado a formar parte de la Red Española de Supercomputación (RES), que el Ministerio de Educación y Ciencia ha creado para impulsar las nuevas necesidades de investigación y las nuevas tecnologías para desarrollar estructuras más ágiles, descentralizadas y potentes.
Esta red se compone de una estructura de seis superordenadores distribuidos por la geografía nacional, conectados con redes de alta velocidad para dar soporte a las necesidades de supercomputación de los diferentes grupos de investigación españoles.
El núcleo de la RES se sitúa en el BSC (Barcelona Supercomputer Center), donde se encuentra instalado el superordenador Mare Nostrum, actualizado recientemente, lo que lo sitúa entre los ordenadores más potentes del mundo.
Los nodos de esta red están en Barcelona (BSC), en Madrid (Centro de Superconmutación y Visualización de Madrid), el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC), el Instituto de Física de Cantabria (IFCA), la Universidad de Málaga, y en nuestra comunidad, en el BIFI, de la Universidad de Zaragoza.
Esta Red Nacional de Supercomputación es una gran instalación distribuida. La RES esta constituida por diferentes centros, cada uno de ellos albergando un gran superordenador, conectados todos ellos por una conexión a alta velocidad (al menos de un Gbit/segundo) de modo que pueden comunicarse entre ellos, distribuir tareas y recursos.
Haciendo un simil, la RES es como una red de ordenadores de una empresa, donde cada unidad elemental en lugar de ser el PC de una mesa de despacho es un superordenador. Las unidades elementales están conectadas entre si, y todos los recursos, ficheros y archivos, son compartidos entre todos los usuarios.
Los investigadores verán la infraestructura como algo único, enviarán sus trabajos que se ejecutarán indistintamente en cualquiera de los nodos que al estar en red compartirán sus recursos.
En los ordenadores de la RES se ejecutaran los programas más complejos y ambiciosos de los investigadores españoles. Algunas de las líneas de investigación son el estudio de proteínas y diseño de fármacos, de genómica y ADN, de cambio climático y calidad del aire, de simulación de barco español en la Copa América, de formación y evolución del universo o de simulación de plasma en reactores de fusión.
La mayoría de estos problemas serían inabordables sin un gran ordenador como el que ahora se constituye. El estar distribuido no supone problema para la realización de los cálculos, pues la red a alta velocidad que los une, permite intercambiar recursos e información a gran velocidad.
La RES presenta por primera vez esta ventaja de ofrecer una infraestructura única para los grupos de investigación, pero que físicamente esta distribuida a lo largo de la geografía nacional optimizando recursos y permitiendo la participación de varias comunidades en las nuevas tecnologías.
EL BIFI
El Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos (BIFI) de la Universidad de Zaragoza es una de las instituciones punteras en potencia de computación. Ahora, con su entrada como uno de los seis nodos de la Red Española de Supercomputación, el BIFI recibirá una máquina con 512 procesadores.
De la potencia total, el 20 por ciento será de libre disposición por el Instituto, y el 80 por ciento restante será utilizado dentro de la RES, que decide la asignación según criterios de calidad científica entre los investigadores que lo soliciten a nivel nacional.
La elección del BIFI para ser nodo de la RES tiene su origen en la larga experiencia del Instituto en el uso de Clusters de Personal Computer (PCs) bajo Linux y en el soporte a usuarios de diferentes campos de investigación. El núcleo de RES, el ordenador Mare Nostrun del BSC, se sitúa el primero de Europa y el quinto del mundo en cuando a nivel de potencia de computación, según la reconocida lista de los "top 500".
Los top 500 es el equivalente a "Los 40 principales" de la música, pero a nivel mundial. En base a criterios puramente objetivos que consisten en la resolución de problemas matemáticos complejos, se evalúa la potencia de cada máquina, y cada mes se elabora la lista con la potencia obtenida en cada uno de ellos. En esta nueva situación, el ordenador de la Universidad de Zaragoza logra entrar en esta lista en el puesto 417.
En el núcleo Mare Nostrum, en su primer año de funcionamiento, se han ensayado más de 200 proyectos. Con esta ampliación, este número podría duplicarse. En este sentido, el BIFI utilizará este nuevo recurso computacional para acelerar sus investigaciones en dos aspectos principalmente, la simulación de plasma en reactores de fusión para el proyecto ITER (International Tokamak Experimental Reactor) y la simulación de proteínas para estudiar su plegamiento, su estabilidad y el desarrollo de fármacos.
El BIFI desarrolla desde hace dos años una estrecha colaboración con el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) para el estudio del comportamiento del plasma en reactores de fusión. La carestía de los combustibles fósiles y el aumento del efecto invernadero hace obligatorio la búsqueda de energías limpias e inagotables.
El proyecto ITER es un proyecto internacional para el desarrollo de un reactor que genera energía a partir de Hidrogeno y no produce efecto invernadero ni residuos radiactivos.
Esto es un gran desafío científico y tecnológico, en el que el BIFI colabora para simular el comportamiento del plasma, el combustible del reactor. Desde este instituto ya se utilizó el anterior Mare Nostrum para estas simulaciones, y el acceso a la nueva RES permitirá un avance en los resultados.
El Instituto de la Universidad de Zaragoza también trabaja en la simulación del comportamiento de las proteínas. Las proteínas están en el origen de numerosas enfermedades y en los grandes superordendores podemos simular como se comportan frente a ciertos compuestos que luego pueden ser utilizados como medicamentos para el tratamiento de dichas enfermedades. Sólo con el uso de superordenadores es posible este estudio.
La ampliación del BIFI y su conversión en nodo de la red Española de Supercomputación estará operativa a primeros de 2007, ubicada en la Facultad de Ciencias.
El rector de la Universidad de Zaragoza, Felipe Pétriz, la consejera Ciencia, Tecnología y Universidad Ángela Abós, el director del BSC, el aragonés Mateo Valero, y José Félix Sáenz Lorenzo, director del BIFI, presentarán esta nueva infraestructura el próximo lunes 4 de diciembre en el Salón de Grados de la Facultad de Ciencias. En dicho acto, Mateo Valero pronunciará una conferencia sobre el nuevo ordenador Mare Nostrun y la Red Española de Supercomputuación.