TERUEL, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
Operarios de Servicio de Limpieza del Ayuntamiento de Teruel y de la empresa Fomento Construcciones y Contratas (FCC), se afanan en adecentar las calles de la ciudad que, durante cuatro días, han sido escenario de verbenas, charangas y toros ensogados, con motivo de las Fiestas de la Vaquilla. Durante estos días se recogen unas 180 toneladas de basura.
Uno de los responsables de FCC en Teruel, Javier Miguel, ha destacado que lo habitual estos días es recoger unas 180 toneladas de basura, "siempre dependiendo de la gente que acude, puede variar 10 toneladas arriba o abajo". Y ha asegurado que este año, los vaquilleros han sido "más o menos igual" de sucios, o limpios según se mire, que el año pasado.
Su trabajo empieza a las seis de la madrugada para acabar por la tarde. Hoy es un día duro, porque hay mucho que hacer, pero Miguel asegura que el peor día fue el domingo porque "hay muchísima suciedad. En cambio hoy se ve la ciudad como es habitual, y es distinto. Hoy es duro, pero no tanto como el domingo, porque hoy no se vuelve a ensuciar".
Los trabajos de limpieza se realizan sobre todo en el Centro Histórico, en el entorno de la Plaza de Toros o del Parque. Además, este año se ha estrenado el pavimento de la Plaza del Torico, lo que ha llevado a extremar los cuidados a la hora de limpiar esta zona.
Según Miguel, no se ha podido realizar la limpieza "con las barredoras de arrastre porque son las que más pueden dañar el pavimento. Tampoco hemos metido los camiones de agua que más pesan".
Además se están retirando las carpas, escenarios y barras de peñas y bares, y también los comerciantes y vecinos del Centro Histórico están desmontando las chapas y maderas protectoras de portales y escaparates.
Así, la ciudad va intentando volver a la normalidad, a pesar de que hoy un gran número de comercios y bares están cerrados en la capital, o de que un número importante de turolenses tengan el día libre para recuperarse de las fiestas. Eduardo Pizarro, de la Peña "El Puchero" fue el encargado en la media noche de ayer, tras el estruendo de la traca, de quitarle el pañuelo que durante tres días había lucido el Torico.
