El alcalde de Monzón insiste en que la fábrica de Ercros de la localidad oscense es "viable"

MONZÓN (HUESCA), 19 (EUROPA PRESS)

El alcalde de Monzón, Fernando Heras, y el presidente de Ercros, Antoni Zabalza, se reunirán en breves fechas para hablar del futuro de la planta de ese grupo en Monzón (antes Aiscondel), cuyo cierre en 2010 fue anunciado ayer por el segundo. El alcalde insiste en que la factoría de PVC "tiene futuro" y es "viable" tomando una serie de medidas que rebajen los costes de la producción.

Esta mañana, en conversación telefónica, Heras le ha dicho al empresario que los "números" y las previsiones del mercado de PVC que manejan los sindicatos indican que la fábrica es "perfectamente viable y rentable". Zabalza ha admitido que se ha abierto un "largo proceso negociador", informan desde el Consistorio de Monzón en un comunicado.

Heras, tras manifestar su malestar por el anuncio del cierre "sin ningún tipo de información previa a las administraciones regional y local --incluso los sindicatos, que sólo esperaban una propuesta de jubilaciones anticipadas, se han visto sorprendidos--, le ha emplazado al trabajo conjunto de empresa, trabajadores, ayuntamiento y agentes sociales para buscar una solución que dé continuidad a la actividad de la planta y se sostenga con razones objetivas y números, que la hay".

La empresa química Ercros anunció anteayer un Plan de Mejora de la Eficiencia (PME) que supondrá cerrar cinco de sus 19 fábricas y reducir su plantilla en 355 personas (un 16 por ciento del total), así como adoptar mejoras de productividad, y que financiará con cargo a una ampliación de capital por 143,75 millones de euros. Una de esas fábricas sería la que esta empresa tiene en Monzón.

Este cierre de la planta de Monzón, que fue adquirida en 2005 a la firma Aragonesas, afectaría a los 130 trabajadores con que cuenta esta instalación. Además, este plan prevé que se clausuren las de San Celoni (Barcelona), Silla (Valencia), Catadau y Huelva. Este PME afectará a 355 trabajadores de toda España.

Por otra parte, la planta de Sabiñánigo, también en la provincia de Huesca, ampliaría la planta de clorito sódico para duplicar su capacidad y la planta de DCCNa (sustancia para el tratamiento de piscinas) para incrementar su capacidad en un 16 por ciento. Sin embargo, abandonará la producción de cloruro potásico y cloruro potásico recristalizado.