Alumnos y profesores españoles y franceses excavan las termas de una ciudad romana en La Puebla de Castro (Huesca)

Europa Press Aragón
Actualizado: martes, 7 agosto 2007 11:39

HUESCA 7 Ago. (EUROPA PRESS) -

Alumnos y profesores universitarios españoles y franceses excavan este mes las termas de una ciudad romana llamada Labitolosa y una fortaleza musulmana próxima, ubicadas ambas en el actual término municipal de La Puebla de Castro, en la provincia de Huesca.

Una de las responsables de las excavaciones, la profesora de Arqueología de la Universidad de Zaragoza, María Ángeles Magallón, explicó en declaraciones a Europa Press que la ciudad romana de Labitolosa estuvo habitada entre el siglo I antes de Cristo y el siglo III después de Cristo.

Se encontraba en el llamado Cerro Calvario de La Puebla de Castro. En la Edad Media hubo, entre los siglo IX y XI, y junto a la antigua ciudad, en la cima del cerro, una fortaleza defensiva musulmana, que se mantuvo hasta que los cristianos conquistaron la ciudad de Graus (Huesca) en el 1083.

María Ángeles Magallón destacó la situación geoestratégica que ocupó esa fortaleza durante dos siglos "en la línea de puestos defensivos musulmanes". Actualmente quedan los muros y balsas de abastecimiento de agua.

Por lo que se refiere a la ciudad romana, se han descubierto varios edificios y actualmente se están estudiando dos termas. Según la profesora, podría tratarse de una terma de hombres y otra de mujeres, o de una primera terma que fue sustituida por una segunda.

María Ángeles Magallón explicó que la importancia de esta ciudad romana es que "es la única de la provincia de Huesca que está excavada fuera de un casco urbano habitado, lo que facilita la obtención de información y la realización de estudios en extensión".

Otra de las aportaciones de Labitolosa es la aparición de inscripciones o epigrafías conservadas 'in situ' "tal y como estaba hace dos mil años, en su mismo contexto". En total se han encontrado seis epigrafías ubicadas en su sitio originario. Las epigrafías son honoríficas --dedicadas a prohombres de la ciudad-- o de carácter religioso, en honor "de la divinidad protectora de la ciudad".

GRUPO DE EXCAVACIÓN

El grupo de excavación está compuesto por 40 alumnos que trabajan en dos turnos, el primero del 5 al 16 de agosto, y el segundo del 15 al 26 del mismo mes. Todos estudian Historia, la especialidad de Arqueología, y éstas son para ellos "unas prácticas externas" que además del trabajo de campo se completan con seminarios, comentó María Ángeles Magallón.

Junto a ella, los otros dos profesores responsables son José Ángel Asensio, que con Magallón pertenece a un grupo de investigación consolidado del Gobierno de Aragón y la Universidad de Zaragoza llamado 'Urbs' sobre el estudio de las ciudades romanas en el valle del Ebro, y el profesor del Centro Ausonius de la Universidad de Burdeos, Pierre Sillières.

Con este último forman parte del equipo hispanofrancés sobre el poblamiento romano en la vertiente del Pirineo. El proyecto de excavación está financiado por los gobiernos de Aragón y Aquitania.

PUESTA EN VALOR

Los trabajos que se están realizando permitirán la puesta en valor de los monumentos excavados, como ya ha ocurrido con una curia, equivalente a los ayuntamientos actuales, y con una de las termas, en las que se ha instalado una techumbre para protegerlos del agua y que se puede visitar gracias a unas plataformas.

"En la próxima legislatura se cubrirá la segunda terma", comentó María Ángeles Magallón, que explicó que el Gobierno de Aragón tiene un plan de protección y puesta en valor de estos monumentos que, junto con la Villa Fortunatus de Fraga, permitirá realizar una ruta del mundo romano en la provincia de Huesca.

Las actuaciones incluyen también la mejora de los accesos a Labitolosa. Por lo que respecta al conjunto epigráfico, la profesora señaló que los originales están guardados y se han hecho unas copias que son las que se pueden contemplar.

María Ángeles Magallón incidió en la importancia de poner en valor esta ciudad romana ya que "se encuentra en una zona a caballo entre el turismo de montaña y el turismo rural", próxima a Barbastro y al Santuario de Torreciudad, por el que cada año pasa medio millón de visitantes, para quienes se puede enriquecer la oferta turística de la zona con "valores culturales".

La profesora comentó que España "corre el riesgo de ser el geriátrico de Europa sino se potencia un turismo cultural y de interés". Además, precisó, la ciudad también podría ser visitada por grupos escolares y familiares que gracias al estado del yacimiento podrían aprender cómo vivían los romanos.

LABITOLOSA

La existencia de Labitolosa está atestiguada por un documento epigráfico hallado en el siglo XVI, en el llamado Cerro Calvario, y por un testimonio literario del siglo VI en el que se menciona a la Terra Labetolosana.

Las primeras excavaciones arqueológicas se realizaron en el año 1991 y gracias a ellas se ha descubierto una parte del foro, dos edificios termales, viviendas y hallazgos epigráficos que hacen de este núcleo un lugar destacado entre las antiguas ciudades romanas de la Península Ibérica.

Las actuaciones científicas en Labitolosa se realizan mediante la conjunción de dos programas de investigación. Uno francés, denominado 'Investigaciones sobre la ciudad antigua de Labitolosa' y un segundo español 'Estudio de Labitolosa: una ciudad romana en el prepirineo oscense'.

Ambos tienen como objetivo principal el estudio de esta localidad hispano-romana en la cadena pirenaica en su totalidad, no tratando únicamente de la ciudad sino también del territorium en el que la misma ejerce su papel de control y del que extrae sus recursos, que abarca tanto la zona de montaña como el piedemonte.

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