MONZÓN (HUESCA), 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Monzón tiene reconocidos ingresos en la liquidación del presupuesto municipal consolidado del año 2005 por un importe cercano a los 17 millones de euros, la cifra más alta de la historia de la ciudad. Y ello, pese a reducir la presión fiscal, informan fuentes municipales.
La práctica totalidad de los impuestos y tasas han experimentado un crecimiento significativo. Así, el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) de Urbana, el Impuesto sobre Construcciones y Obras (ICO), las licencias urbanísticas y las licencias por apertura de nuevos establecimientos son algunas de las figuras cuyo comportamiento ha sido notablemente al alza.
Esto refleja el importante momento que vive la ciudad desde el punto de vista de la actividad económica, tanto en la construcción como en el resto de los sectores.
A estos efectos, las cifras muestran que la revisión del PGOU en la primera parte de este mandato no sólo no ha impedido el desarrollo de la actividad constructora, sino que se está en máximos históricos de recaudación en los impuestos y tasas relacionadas con la misma.
Los datos cobran incluso más relevancia cuando se advierte que la presión fiscal se ha visto reducida en los tres años últimos años --el aumento de los impuestos y tasas ha sido inferior a la subida de la inflación--, por lo que el aumento de la recaudación lo ha sido a pesar de haberse reducido los impuestos a los ciudadanos.
A título de ejemplo, la congelación de la tasa de abastecimiento de agua potable en los dos últimos años --medida tomada para el incremento registrado en el recibo como consecuencia del nuevo canon de saneamiento que cobra el Gobierno de Aragón y que le va a suponer al Ayuntamiento una pérdida de recaudación cercana a los 300.000 euros-- ha tenido un efecto negativo en la recaudación.
Tampoco la condonación del 50 por ciento del importe de las licencias en el área de La Armentera para facilitar la instalación de empresas; ni la subida de la tasa de la Residencia Riosol por debajo del incremento del coste de la vida han tenido un efecto negativo en la recaudación, viéndose compensadas estas medidas por el importante tirón de la actividad económica.
