ZARAGOZA 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
Caja Inmaculada (CAI) ha obtenido un beneficio de 30 millones de euros durante el primer semestre de 2009, un 30 por ciento menos respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, al destinar 63 millones de euros a dotaciones.
Siguiendo las recomendaciones del Banco de España al sector financiero, la Caja ha mantenido el ritmo de dotaciones de activos de 2008, en previsión del posible deterioro que la situación económica pueda generar, por un importe total hasta junio de 63 millones de euros, de los que 24 millones de euros corresponden a dotaciones voluntarias.
De ese modo, el beneficio neto ha disminuido el 30 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado; el beneficio recurrente de CAI se mantiene al nivel de junio del año anterior, 42 millones de euros, aumentando el 2 por ciento por la positiva evolución del negocio típico, según informó hoy la entidad en una nota de prensa.
En los últimos doce meses, la Caja ha aumentado su volumen de crédito un 4 por ciento, los recursos de clientes un 12 por ciento y el activo un 11 por ciento. Pese a la adversa coyuntura, este semestre ha formalizado operaciones de riesgo crediticio por importe de 1.467 millones de euros, el saldo de inversión crediticia ha aumentado 93 millones, y los recursos de clientes 490 millones de euros.
La solvencia de la entidad se mantiene muy elevada: el coeficiente total de recursos propios se sitúa en el 13,13 por ciento, con un exceso de 410 millones de euros sobre el mínimo exigible, el 'core capital' es 8,50 por ciento y los fondos propios representan el 7,81% del activo, la segunda mejor ratio de las cajas de su tamaño.
Asimismo, CAI mantiene una holgada posición de liquidez, con un saldo de 1.230 millones de euros, lo que supone el 11 por ciento del activo, sin vencimientos de emisiones en todo el ejercicio.
En 2009, Caja Inmaculada ha dotado a la Obra Social 19,5 millones de euros, con los beneficios de 2008, lo que supone eun 0,20 por ciento del activo medio, muy por encima del 0,14 por ciento del conjunto de cajas.
La Caja ha sido la primera entidad financiera aragonesa, y una de las pioneras en España, en implantar un sistema de firma digitalizada en sus oficinas, que permite mejorar el servicio a los clientes, agilizar los procesos de gestión de documentos y reducir el consumo de papel.