ZARAGOZA, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Pastoral Penitenciaria de Aragón ha lanzado la sexta edición de la campaña 'Minutos de esperanza', que quiere recaudar 10.000 euros antes del próximo 20 de diciembre para que todos los presos de las cárceles de Teruel, Zuera y Daroca puedan felicitar la Navidad a sus seres queridos.
Los interesados en colaborar pueden hacer su donativo a través de la cuenta ES57 2085 0138 3303 3063 6058 o de Bizum, con el código 04294. El obispo de la Diócesis de Barbastro-Monzón y coordinador de la Pastoral Penitenciaria, monseñor Ángel Pérez, ha presentado la campaña junto la coordinadora de la misma, Isabel Escartín, quien ha reconocido que quienes viven en la cárcel "son ciudadanos, vecinos, parroquianos y hermanos".
Ha indicado que las cárceles de Aragón cuenta con 1.860 internos, a lo que hay que sumar los 35 menores del Centro de Internamiento de Juslibol. Además, la Pastoral Penitenciaria atiende a las personas que cumplen el tercer grado en el centro de inserción social o con control telemático y a quienes desarrollan trabajos en beneficio de la comunidad.
Escartín ha precisado que el 30 por ciento de los internos son indigentes y no tienen ningún tipo de ingresos. Serán los primeros beneficiados de esta campaña, que distribuye cinco euros por preso para que puedan llamar a su familia, si la tienen, a amigos y conocidos en Navidad. "Necesitan comunicarse con el mundo del que han salido y al que volverán" y "cinco o diez euros marcan la diferencia entre la soledad y el calor humano".
SOLIDARIDAD
El obispo coordinador de la Pastoral Penitenciaria en Aragón, monseñor Ángel Pérez, ha agradecido que se abra una ventana a esta campaña para "hacerla llegar a todos rincones", a quienes la apoyan con sus donativos y a los internos "por hacernos sacar este lado solidario".
Ha explicado que fue un capellán de la Pastoral Penitenciaria el que propuso esta iniciativa, que inicialmente consistía en entregar tarjetas de teléfono, pero que ahora se realiza a través del ingreso de esos cinco euros en el código de cada preso porque ya no existen las tarjetas.
Ha considerado que lograr cada año la cifra necesaria para que todos los presos puedan llamar por teléfono en Navidad es un "milagro" y ha transmitido el testimonio de un interno, a través de una carta, que dice: "Solo los que estamos aquí sabemos lo que representa una tarjeta de teléfono en este centro penitenciario; algunos no tienen problemas para conseguir cuantas quieran porque tienen el apoyo de su familia, pero otros estamos solos y no tenemos otra ayuda que el cariño y calor de la Pastoral Penitenciaria a través de las personas que vienen a visitarnos y nos abren la puerta a la esperanza en Navidad".
Añade la misiva: "Sin tarjeta no hay llamadas a la familia, al abogado o a quien te puede solventar un problema, es nuestra conexión con el mundo" y "parece mentira, pero después de la libertad es el mayor regalo" porque "se puede vivir sin muchas cosas", pero "en estos días de Navidad se hace duro no poder estar con los nuestros, pedirles perdón, decirles que sentimos el dolor que les hemos causado, que les recordamos y les queremos".
El obispo ha animado a donar para que los internos reciban esos cinco euros en llamadas para que en Navidad "estos hermanos nuestros, aunque hayan delinquido, son conscientes de sus errores, lo están pagando y también tienen derecho a esta esperanza".
INVISIBLES
Monseñor Ángel Pérez ha recordado que, como otros años, el día de Navidad acudirá a celebrar la eucaristía al centro penitenciario de Zuera, mientras que el arzobispo de Zaragoza, monseñor Carlos Escribano lo hará en el de Daroca. Ha asegurado que los internos agradecen que acudan en esas fechas, en las que son "invisibles a la sociedad".
También se ha congratulado del trabajo de los voluntarios de la Pastoral Penitenciaria por "estar y creer" en los internos y ha recordado que el Ministerio del Interior ha concedido a su coordinadora en Aragón la Medalla de Plata al Mérito Social en 2021.
Por su parte, Escartín ha apuntado que la Pastoral Penitenciaria suma unos 60 voluntarios, que desarrollan diferentes programas, como actividades en apoyo a la salud mental, las habilidades sociales y para el empleo, con acciones específicas para las mujeres, y las personas mayores y enfermas internas. Ha añadido que los capellanes están atentos a las necesidades de estas personas.
